Editorial Nº48 - 10 de enero del 2025
2025: Organizarse para enfrentar a Milei y su plan de hambre

Los primeros días de enero fueron ricos en declaraciones o acciones de Milei que ratifican la tendencia anti obrera y reaccionaria de su gestión y que vamos a analizar.
El primer hecho es su pelea con la vicepresidenta Villarruel, que se quejó de que 4 millones de pesos por mes no le alcanzan para vivir. Milei, en un rapto de honestidad brutal planteó: "El 95% de los argentinos gana mucho menos que eso. Mire en el Indec los datos de distribución del ingreso. El salario promedio de la economía es 400 mil y pico". (declaraciones en Radio Mitre, el sábado 4 de enero). A esa situación de miseria generalizada, que el mismo presidente expone para criticar a su vice, hay que agregarle la incertidumbre por los despidos, las suspensiones, las fábricas que cierran, los pequeños productores que en algunos casos queman o destrozan sus cultivos, la crítica situación de los jubilados, cuya mayoría gana menos que 400 mil y además son hostigados por trabas burocráticas para la autorización de medicamentos, cuando no la eliminación directa de la cobertura. La desocupación y la miseria agravan el cuadro de descomposición social, crece la delincuencia, el flagelo de la droga y una violencia sin límites que se expresa en la persistencia e incluso el incremento de femicidios y en general de la violencia familiar y urbana.
Aparte de mencionar esas cifras vergonzosas del promedio de ingresos ¿tiene algo que ofrecer este gobierno, un programa, una meta? No, en absoluto, salvo la promesa de un futuro difuso, que nunca llega, en el que mágicamente la riqueza de los más ricos derramará, por obra quizá de Las Fuerzas del Cielo, sobre los hogares de los más pobres.
El segundo acto fue el 9 de enero, día en que "el gobierno procedió a abonar vencimientos de capital e intereses de bonos soberanos en dólares por u$s 4.360 millones. Durante el año, el Gobierno debe enfrentar pagos por u$s 18.500 millones y deberá buscar alternativas de financiamiento" (ECC, 09 01 25)
Milei celebró la medida con un mensaje a través de sus redes sociales: "Las deudas se pagan. Viva la Libertad Carajo". Para esta misma fecha, y con el mismo tono de euforia, hace veinte años Néstor Kirchner pagaba 10 mil millones de dólares al FMI. Aparte de la euforia, ambas decisiones se dieron sin el menor cuestionamiento al origen de la deuda, a la delimitación de las operaciones de fraude y de usura, a la imputación de responsabilidades a los funcionarios que la generaron. No es casual, ambos presidentes, uno con un ridículo tono antimperialista y el otro en nombre de la libertad, actuaron como sirvientes de los grandes banqueros del planeta. Para Milei, este pago es importante para demostrarle a los banqueros y grandes inversionistas que Argentina paga y bien y que hará todo lo posible para asegurar sus ganancias, sobre todo en el sector de la energía y la minería. Como símbolo de ese acuerdo y ese deseo, ahí está la Barrick Gold, para cuyas ganancias el kirchnerismo allanaba todos los obstáculos, como hoy Milei que hasta le permitió exportar sin ningún tipo de retenciones durante todo el 2024.
El JP Morgan, que elabora a escala planetaria el índice de riesgo país, ha premiado a la Argentina con una sostenida baja en ese índice, situándolo actualmente en 561 puntos. Se frotan las manos con los beneficios que pueden obtener. Pero el riesgo país para el pueblo aumenta cada día: riesgo de perder el empleo, riesgo de no poder pagar el alquiler, riesgo de no acceder a medicamentos y tratamientos médicos, riesgo de sufrir asaltos y violencia, riesgo de no poder educar a nuestros hijos, riesgo de no poder poner un plato de comida en la mesa.

El tercer evento que queremos comentar protagonizado por Milei ha sido el recibimiento a Edmundo González Urrutia, proclamándolo como legítimo presidente de Venezuela. Milei ha tenido una postura muy clara en denunciar al gobierno de Maduro como una brutal dictadura. Nosotros también consideramos que la de Maduro es una brutal dictadura, pero tenemos profundas diferencias con Milei y es importante explicar cuáles son, porque nos competen a todos los trabajadores del continente, y en especial por supuesto a nuestros hermanos venezolanos, de los cuales miles viven en Argentina en virtud del masivo éxodo provocado por el hambre y la represión chavista.
Maduro —dice Milei— es una dictadura socialista. Esta caracterización de la dictadura chavista como "socialista" es falsa. Maduro es la cabeza de una dictadura capitalista hasta los tuétanos. El mayor apoyo externo a Maduro no lo son los desprestigiados gobiernos de Rusia, Nicaragua, Irán o Cuba. El mayor sostén de Maduro es el imperialismo norteamericano, a la cabeza del cual en Venezuela actúa Chevrón, aliado a la empresa "estatal" PDVSA. Venezuela es el tercer exportador de petróleo a EEUU, solo detrás de México y de Canadá. Las sanciones de EEUU sobre Venezuela nunca afectaron a este negocio. Es por eso que los petroleros de Texas, a través de su asociación, felicitaron entusiastamente a Maduro por el "triunfo" electoral del 28 de julio, pese a lo grotesco del fraude cometido (*). Eso no es todo, por supuesto. En Venezuela los medios de producción, transporte y cambio, al igual que la banca, están en manos de los privados. En Venezuela existen zonas francas, para la explotación sin límites no solo de la naturaleza sino sobre todo de la clase obrera: zonas francas, sin derechos ni protección laboral, concesionadas a grandes explotaciones imperialistas, de Europa y EEUU. Eso es Venezuela. La caricatura de "socialista" proviene de las migajas repartidas en planes y ayudas sociales en las épocas de la bonanza, del petróleo carísimo, de la Venezuela rica que hasta prestaba plata. Pero con esa riqueza, igual que el kirchnerismo en Argentina, no modificaron ni un ápice la estructura social y productiva del país. Lo que sí sucedió fue el surgimiento de una nueva burguesía, los nuevos ricos, la boliburguesía, los Diosdado Cabello, los Padrino López, los generales y altos oficiales de las FFAA, metidos en el negocio del petróleo, las armas y el narcotráfico, dispuestos a matar —como de hecho lo hacen— para conservar sus privilegios y negocios.
Eso es lo que no pueden denunciar Milei, Corina Machado o Edmundo González, porque ellos son parte también de los negocios capitalistas en Venezuela, por eso llaman a los acuerdos, a la amnistía, a la transición pacífica, porque quieren pactar con la dictadura un nuevo gobierno que engañará a las masas con promesas de prosperidad que no llegará mientras Venezuela sea de los capitalistas, con Maduro o sin Maduro.
Desde el Nuevo PST, replicando a La Marx Internacional y a nuestros camaradas en Venezuela, decimos:
- Abajo la dictadura capitalista de Maduro, cárcel a los asesinos, ni olvido ni perdón ni amnistía por sus crímenes.
- Que el pueblo se movilice hasta que se vayan, que la clase obrera tome el protagonismo a través de las huelgas, las ocupaciones, los cortes de calle, que se pare Venezuela hasta que Maduro y sus secuaces sean derrotados.
- Ninguna confianza en Corina Machado y Edmundo González, ellos quieren pactar el salvataje de Maduro y los demás asesinos para iniciar una transición pacífica que garantice los negocios capitalistas, en especial con el imperialismo yanqui.
Estas son nuestras principales posiciones y por ello repudiamos y condenamos enérgicamente la cobardía y complicidad con la dictadura de Maduro de todas las fuerzas de izquierda que no se ponen a la cabeza de esta pelea de vida o muerte para el pueblo venezolano, regalándole la bandera de la libertad a personajes siniestros como Milei, Noboa, Trump, etc. En Argentina, esta cobarde capitulación está encabezada por el PTS—Izquierda Diario, que bajo el argumento de que "hay dos bandos reaccionarios y no estamos con ninguno" desprecian el esfuerzo y el heroísmo del pueblo venezolano que todos los días pone presos, desaparecidos o muertos en lucha contra un chacal sediento de sangre no menos siniestro que Videla o Pinochet.

Rechazamos con mayor razón aún, por su importancia política, a los gobiernos que envíen representantes a la payasesca asunción de Maduro, como México, España, Brasil o Colombia. ¡Hipócritas que se llenan la boca con la palabra democracia y hacen de felpudo a la dictadura fascista!
Solo la clase trabajadora y el pueblo pobre de Venezuela movilizados pueden acabar con la dictadura y plantearse, a su vez, una solución revolucionaria y socialista al problema del hambre, la miseria, la opresión y la explotación a que los someten los grandes capitalistas y la boliburguesía.
Solo la clase trabajadora y el pueblo pobre de Venezuela movilizados pueden acabar con la dictadura y plantearse, a su vez, una solución revolucionaria y socialista al problema del hambre, la miseria, la opresión y la explotación a que los someten los grandes capitalistas y la boliburguesía.
Y lo mismo vale para nuestro país. En Argentina, barrimos con la dictadura militar en 1982, y nunca más pudieron arrebatarnos las libertades democráticas conquistadas, pese a la sanción de leyes reaccionarias, a los estados de sitio fracasados, a las represiones que se cobraron numerosas víctimas. En eso, estamos un paso delante de nuestros hermanos venezolanos, que tienen aun por delante la tarea de derrotar la siniestra dictadura de Maduro. Pero en cambio, ellos y nosotros, tenemos un objetivo en común: no solo es necesario deshacernos de una dictadura que impide el desarrollo y organización de la lucha, sino que debemos tener un objetivo mayor, junto a toda la clase obrera mundial: la conquista de nuestro propio gobierno, el gobierno de las grandes mayorías laboriosas.

En Argentina, esa lucha avanza y retrocede, pero se mantiene viva y posible, en la lucha de la clase obrera contra los cierres y suspensiones, contra la flexibilidad laboral, contra los despidos, por la defensa del salario, por la defensa del suelo, del agua, de los bosques, de los derechos de las mujeres, del derecho al estudio. En esas luchas y protestas se forjará una nueva dirección que romperá definitivamente con la vieja y podrida burocracia sindical peronista y su corrupto y putrefacto partido que le hacen el caldo gordo a Milei.
En el mundo entero las masas se insurreccionan y luchan por su autodeterminación nacional como en Ucrania o Palestina, contra feroces dictaduras como en Siria o Venezuela, contra el hambre de las grandes democracias capitalistas desarrolladas como en EEUU, Alemania o Francia o en naciones semicoloniales como Corea del Sur, Colombia, Ecuador o Argentina. En semejante situación, la izquierda mundial apoya a regímenes nefastos o duda, titubea, estudia, piensa, medita… y termina repitiendo estupideces como que se viene la tercera guerra mundial o el fascismo y apoyando el "mal menor", llamando a votar a Massa en Argentina, a Boric en Chile, a Petro en Colombia, a Lula en Brasil…
Mencionamos a Chevrón, la empresa petrolera emblemática del imperialismo yanqui, como puntal de apoyo al régimen chavista. Chevrón fue también puntal del kirchnerismo, con la que pactó en secreto Kicillof tras la reestatización de YPF. Chevrón está en todo el mundo, con sus 180 sucursales. Chevrón controla el oleoducto CPC en Rusia que transporta petróleo al estado genocidad de Israel.** Chevrón —y un puñado de grandes conglomerados capitalistas más— son el símbolo del dominio de la economía imperialista que domina el mundo. Ellos, y no estos payasos como Maduro o Milei, son los que de verdad tienen el poder. La clase obrera argentina, venezolana y mundial tiene enfrentar a todos los gobiernos capitalistas no dejándose engañar por los escudos engañosos de "derecha" e "izquierda" con las que se cubran, elaborando, en cada situación concreta, el programa de lucha ajustado a la misma.
En Venezuela, esa tarea concreta, urgente y presente, es movilizar todas las fuerzas para tirar abajo la tiranía de Maduro y abrir un periodo de libertades democráticas que le permitan al pueblo debatir una salida de fondo.
En Argentina, debemos orientarnos hacia un levantamiento general contra el gobierno y sus cómplices peronistas, macristas y radicales, hasta derrotar este plan de hambre y miseria e imponer un plan y un gobierno al servicio de la clase obrera y el pueblo trabajador de la ciudad y el campo.
(**) https://afsc.org/chevron-fuels-israeli-apartheid-and-war-crimes
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