Editorial Nº51 - 14 de Febrero del 2025
Se agrava la crisis económica, social y política

La crisis económica de Argentina es parte de la crisis de la economía capitalista mundial, pero en un país de tercer o cuarto orden, que ni siquiera puede decidir su propia política económica. Después del blanqueo de capitales para delincuentes, narcos y evasores, cuyo efecto ya se acabó, Milei ruega por los dólares de un nuevo préstamo del FMI para poder sostener esta ficción de baja inflación y dólar barato, mientras sigue impulsando la bicicleta financiera llamada "carry trade", por el cual se cambian dólares por pesos porque los depósitos en pesos rinden más, y luego con lo obtenido se vuelven a comprar dólares y se reinicia el mecanismo. Una maniobra con seguro destino de descalabro futuro, sobre todo cuando se produzca una nueva devaluación del peso.
Los agro exportadores se amargan porque los precios de los granos están bajos, producto del estancamiento chino y la mayor oferta mundial a consecuencia de las buenas cosechas de soja sobre todo en Brasil y EEUU. Paradojas del capitalismo, si hay sequía es un problema, pero si hay buenas cosechas también crean un problema si no hay suficiente demanda, ya que disminuyen los precios.

Los popes del acero y el aluminio, como Roca (Techint) y Madanes Quintanilla (Aluar), son perjudicados por los aranceles con los que Trump amenaza gravar la importación de esos productos en EEUU. Ya hace un tiempo Madanes Quintanilla, que es dueño también de la empresa Fate, había reclamado por la baja de aranceles a la importación de cubiertas, ya que lo ponía en desventaja con las empresas netamente importadoras, pero también con los otros fabricantes en Argentina —Bridgestone y Pirelli—, que producen acá pero también importan desde otras sucursales del mundo. Estos son algunos de los grandes burgueses que patalean por las consecuencias del plan de Milei, pero por debajo de ellos hay miles de productores medianos o chicos, agricultores, ganaderos, yerbateros, talleristas, fabricantes textiles, del calzado, etc., que directamente cierran empresas, despiden trabajadores, tiran productos o destruyen sus propias cosechas como hemos visto con los productores bananeros.
En muchas ocasiones hemos llamado la atención sobre el hecho de que la capacidad industrial instalada está parcialmente ociosa: cerca de la mitad de los talleres, galpones y herramientas no se utilizan, y eso implica también que hay mano de obra desocupada que podría trabajar, pero es este mismo sistema capitalista en crisis lo que constituye un obstáculo. Desde el gran empresario hasta el más miserable pelagato que tiene una fabriquita de morondanga se la pasan hablando de recuperar "la cultura del trabajo", pero el sistema que defienden a muerte, lo impide.
La economía capitalista es implacable, los peces gordos devoran a los más chicos y los más chicos mueren boqueando el rosario de los que los devoran: "hay que bajar el costo laboral, basta de indemnizaciones, no trabaja el que no quiere, basta de impuestos…" Lo nuevo, es que se trata de un proceso mundial que se acelera y está provocando grandes cataclismos y luchas sociales, de los cuales puede emerger un orden nuevo, un orden que primero destruya al capitalismo, sus gobiernos y sus estados, y luego reorganice la sociedad en forma planificada, racional, centralizada y con el objetivo de utilizar los enormes adelantos tecnológicos en función de satisfacer las necesidades de la población de todo el planeta y no la del 1% dueño de los medios de producción y cambio que nos oprimen.
La crisis social es la que menos tiene que ser explicada. Se nos está muriendo gente de hambre, por falta de remedios, de atención, crecen las depresiones, la violencia urbana, la inseguridad, los desastres ambientales que se cobran vidas y bienes. Es tan profunda la crisis, que cala hondo incluso en aquellos sectores como las fuerzas armadas, de seguridad, policiales y gendarmería, que el estado necesita disciplinados para reprimir. Patricia Bullrich defendió el miserable aumento del 5% a los gendarmes con el argumento de que "todos obtuvieron menos, un 1% mensual". ¡Ellos nos mienten con que la inflación es del 2,5% y después reconocen que solo quieren aumentar un 1% por mes, es decir, ni siquiera alcanza esa inflación que es falsa, porque en la vida real, cierta estabilidad en el precio de los alimentos, es altamente sobrepasada por un incremento geométrico de la luz, o del agua, o de los impuestos, o del transporte, o de los alquileres…La clase obrera recurre a préstamos para comer y pagar el alquiler, esos préstamos tienen un interés usurario y eso no lo cuenta la inflación. Una familia que de pronto tiene una emergencia, tiene que hacer un gasto extraordinario, porque se rompió algo, porque alguien se enfermó, por que falleció un familiar y hay que viajar, sufre, con esos acontecimientos, un golpe en su sistema de mantención que ninguna estadística refleja: estamos permanentemente al borde de la quiebra, sino ya quebrados.

La crisis social es general, la sufrimos todos los trabajadores, pero la respuesta es desigual, atomizada, parcial o inexistente, porque los canallas que dicen representarnos están metidos hasta el cuello en el apoyo a este gobierno y aún no surge una nueva dirección que pueda centralizar, coordinar e impulsar la lucha por un argentinazo, una rebelión nacional contra este gobierno cipayo y criminal y contra todos sus cómplices peronistas, macristas y radicales.
La crisis política es también parte de un proceso mundial de rechazo a todas las direcciones e instituciones que defienden esta sacrosanta democracia de patrones y opresores, que nosotros llamamos revolución política. Estas últimas semanas fueron particularmente instructivas de este proceso de descomposición de las direcciones defensoras del sistema capitalista. La decisión del gobierno de Milei de suspender las PASO e impulsar la famosa Ficha Limpia, mostraron en vivo y directo la vergüenza de representantes que tenemos, de conjunto, desde la derecha hasta la supuesta izquierda. Mientras el país literalmente se incendia, todos se enzarzaron en esas discusiones. Del Caño y sus compañeros de bancada del Fitu, para defender las limosnas que el estado les tira por participar de las PASO, llegaron a plantear que estaba en juego la democracia y que, ya que Milei quiere llevar adelante esto, "que gobierne solo, que no haya elecciones". Reflotaron la estupidez de que nos gobierna un monarca, que dijeron a poco de asumir Milei.

Milei, un personaje realmente detestable en todos los sentidos que el término pueda tener y absolutamente reaccionario, no encabeza, de ningún modo, ni una dictadura, ni un régimen fascista ni una monarquía. Encabeza un régimen democrático burgués, patronal, de dominación de clase, y, apoyándose en el Parlamento, esa cueva de bandidos, que no sirve más que para mantener engañado al pueblo con deliberaciones eternas que no solucionan nada, pretende continuar y afianzar el régimen de explotación capitalista. Suspende las PASO, no porque quiera anular la democracia patronal. Las suspende por dos razones. Por un lado, porque las PASO no cuentan con la simpatía del pueblo, que las ve como una pérdida inútil de tiempo y un despilfarro económico, haciendo en este sentido una concesión demagógica. Pero la razón de fondo es otra: las PASO constituyen una gran encuesta nacional, pueden anticipar un rechazo que sería mortal para su gobierno. Su plan pende de un hilo y mejor no arriesgarse. Pero las suspende, no vaya a ser cosa que más adelante convenga reflotarlas.
La Ficha Limpia, por su parte, es un ejercicio de hipocresía burguesa de lo más bizarro. De verdad, si se implementara, no quedarían muchos políticos para presentarse a elecciones. Precisamente por eso Milei no tiene la más mínima intención que se aplique de verdad y ya hay acuerdo con el peronismo para que no salga votada en el Senado.
Acá la actuación de la izquierda fue peor aun que con la discusión de las PASO. Si defendieron las PASO por su propio y mezquino interés, con relación al proyecto de Ficha Limpia defendieron directamente a Cristina, su verdadera y corrupta jefa. La verdad que para estar en el Parlamento defendiendo a capa y espada a una fracción de la patronal, mejor sería que no estuvieran, dan vergüenza ajena.

Repetimos, toda esa discusión en el parlamento, que llevó semanas y aun continúa, se hace mientras no pueden apagar los incendios, ni garantizar que el pueblo coma, viva o trabaje en paz.
Desde el Nuevo PST afirmamos que no hay salida a ninguna de las tres crisis sin el levantamiento de la clase obrera y el pueblo trabajador, organizado democráticamente con sus propias instituciones, como los brigadistas que luchan heroicamente contra los incendios, como los obreros que luchan y debaten como defender sus puestos de trabajo, como los vecinos que se organizan en los barrios contra la inseguridad, los narcos y la complicidad policial, como las mujeres y hombres que organizan ferias, comederos y actividades para sobrevivir, sin los aparatos corruptos del peronismo o la izquierda del régimen que los usa para su propio interés y lucro.
Rompiendo con el peronismo -esa losa corrupta, patotera y asesina que contuvo por décadas a la clase obrera- y rompiendo también con un decadente "progresismo" seudoizquierdista orientado por el ala izquierda del imperialismo yanqui, debe emerger una nueva dirección obrera, estudiantil y popular, que encabece un nuevo e inevitable levantamiento contra este sistema y este régimen capitalista de hambre y opresión.
- Abajo los acuerdos del circo electoral!
- Abajo el plan capitalista de Milei y de todos los políticos patronales!
- Abajo la traidora burocracia sindical!
- La izquierda que capitula a Cristina no es salida: impulsemos el reagrupamiento de los revolucionarios y los nuevos activistas en lucha por una nueva dirección del movimiento de masas!
- Por un gobierno obrero y popular!
- Por una Argentina socialista y por el socialismo global!
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