100 días de Milei: un gobierno débil sostenido por el peronismo y la CGT

Editorial del 20 al 26 de marzo de 2024

La devaluación, la licuación de los salarios y jubilaciones, los despidos en el estado, el cierre de organismos y la paralización de la obra pública, han agravado la situación económica de toda la población trabajadora. A su vez, esas medidas están produciendo recesión y provocando cierre de empresas, suspensiones y despidos. Sin embargo, para seguir avanzando, el gobierno necesita contar con instrumentos legales las cuales no ha conseguido hacer votar.

Primero fue la suspensión en la justicia del capítulo laboral del DNU. Luego vino el fracaso de la ley Ómnibus en Diputados, que provocó la pelea con los gobernadores, pelea que se zanjó momentáneamente con el pomposo llamado al Pacto de Mayo, que probablemente nunca se concrete. Luego vino la derrota del DNU en el Senado. Por otro lado, también ha sido derrotado en los hechos el protocolo anti piquetes, que solo pueden aplicar ante movilizaciones poco numerosas.

Estas derrotas de Milei no pueden entenderse sin el temor que tienen los gobiernos provinciales y legisladores de todos los colores a un estallido de las masas que se los lleve puesto a todos.

Estamos muy lejos del gobierno fascista con que asustaba la izquierda del Fitu para justificar el voto a Massa, que era el candidato preferido del imperialismo. Por lo contrario, estamos ante un gobierno que ya exhibe públicamente sus debilidades y divisiones, como se pudo constatar en el furibundo ataque de los trolls de Milei contra la vicepresidenta respecto a la convocatoria a la sesión del Senado que volteó al DNU.

Si Milei no cae, no es debido a su fuerza, sino al apoyo del conjunto del régimen político, en primer lugar el peronismo en todas sus versiones, la CGT y las restantes centrales sindicales. Por eso, la CGT no quiere saber nada de convocar a una huelga general, convalidando así el ajuste del gobierno.

24 de marzo: un acto peronista para apuntalar al régimen del hambre

Este 24 de marzo se dará un fenómeno particular, que es la plena participación de la CGT junto a las Madres de Plaza de Mayo y el resto de los organismos de DDHH en el acto central. La CGT que reivindica el peronismo de la triple A que inició el terrorismo de estado, y en cuya conducción hay un probado espía de la dictadura como Gerardo Martínez (que además impulsó con Cavalieri y Milei la liquidación de las indemnizaciones laborales), esa CGT es la que encabezará este acto. Y a la cola del mismo estará la izquierda con su propio y estéril "documento", después de que su ruego de leerlo en el palco principal fuera desoído.

En el acto del 24 de marzo empezarán las componendas electorales en vista a las próximas legislativas y las presidenciales. Querrán hacer pasar esto como un acto de "unidad" contra el hambre, el negacionismo y la represión de Milei. Pero será en realidad una reivindicación del gobierno del hambre de Cristina, Alberto y Massa con la intención de postular de nuevo al fracasado peronismo como alternativa a Milei.

Sin embargo, las necesidades del pueblo trabajador están muy lejos de estos chanchullos. Tenemos que responder al avance del hambre, la desocupación, las inundaciones y ahora a esta epidemia de dengue ante la cual ni el gobierno de Milei ni los gobernadores provinciales hacen nada. Ni reactivos para test, ni vacunas, ni atención decente en los hospitales y dispensarios, desbordados de gente por falta de espacio, insumos y personal. "No está en agenda", dice el vocero presidencial, en medio de la epidemia más dificil despues del Covid.

Pasó lo mismo con las inundaciones, no hay una política preventiva ni reparativa de las autoridades nacionales, provinciales y municipales. Los mismos vecinos y comunidades se ayudan y organizan ante el abandono total del Estado.

Prepararemos desde abajo una huelga general para derrotar al gobierno y su plan

No tenemos otra salida que enfrentar al gobierno mediante la huelga y la movilización de masas, que abarque también a los trabajadores en negro, cuentapropistas y desocupados.  Sabemos que es algo difícil de preparar, pero si los activistas que no estén en la rosca de la burocracia no impulsan, preparan y garantizan esa lucha, el gobierno seguirá con el ajuste. Los dirigentes sindicales están viendo cómo se acomodan ellos. Los políticos lo mismo.

Hace falta una nueva dirección surgida de la clase obrera y de las barriadas pobres, que se ponga a la cabeza de las luchas y reclamos, que pelee por la democracia obrera, que sea el vocero del pueblo organizado. Y en esas asambleas y reuniones democráticas, discutir un plan económico al servicio de todo el pueblo trabajador. Nosotros proponemos estas medidas, entre otras:

• Monopolio del comercio exterior: la clase obrera y no los capitalistas decidiremos qué se exporta y qué no. ¡Basta de hambre en el país de los alimentos!
• Intervención a los grandes laboratorios para garantizar medicamentos para todo la población
• Confiscación de las viviendas y edificios sin uso de los grandes propietarios. Plan nacional de construcción de viviendas obreras: ¡Ningún habitante sin una vivienda digna!
• Basta de despidos. Las empresas que despidan masivamente serán expropiadas sin indemnización y comenzarán a funcionar bajo el control de los trabajadores.
• Confiscación de los bancos privados usureros. Nacionalización completa de la banca al servicio de los trabajadores y pequeños productores.
• Por un gobierno obrero y popular basado en la democracia obrera y los organismos que cree.

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