El gobierno avanzó en Diputados

Editorial del 03 al 09 de mayo del 2024

Al margen del reparto de votos, el factor fundamental para que Milei pudiera avanzar con la Ley Bases, la reintroducción del impuesto al salario y la reforma laboral, fue el pacto con los dirigentes sindicales peronistas a través de Pichetto, virtual delegado del gobierno ante los burócratas sindicales. Por eso, no solo que la CGT no llamó a parar cuando se discutió la ley, sino que ni siquiera quiso movilizar. 

El acto del 1ro de mayo fue un vergonzoso encuentro para festejar la capitulación, por más que se desgañitaran hablando en contra del gobierno y las leyes votadas. Lo que la CGT y todos los sindicatos tenían que hacer era llamar a parar y movilizar durante el debate en Diputados, no después de que se concretaran las reformas. En ese sentido, la excepción fue el gremio de los Aceiteros que no se quedaron solo en la denuncia sino que pararon efectivamente esos días. Otros gremios, como el Sutna, no paró, sino que movilizó con sus delegados, sin que la base participe. Eso no sirve, los dirigentes solos en las calles, a espaldas de los trabajadores, no pueden frenar nada. 

Lo mismo va para las organizaciones de izquierda, que creen que porque ellos se paren con cuatro banderas son luchadores, cuando previamente no hicieron nada para presionar a la CGT por el paro. Al contrario, marcharon también al otro día, el 1ro de mayo, con esos traidores.

Ahora, la discusión pasó al Senado. El destino de esas leyes no está en el conteo previo de los votos ni en las intenciones previas de esos sátrapas, sino en la posibilidad de una gran lucha nacional con paros y movilizaciones para derrotar esas reformas reaccionarias. En ese sentido, dependerá de la capacidad que tengamos desde las bases para hacer del paro general del 09 de mayo una verdadera jornada de lucha y no otra acción testimonial y estéril como el acto del 1 de mayo.

Siguen los despidos y suspensiones en las fábricas y empresas

El pacto de los dirigentes sindicales no se limita solo a facilitar la aprobación de las leyes, sino que se expresa en cada lugar de trabajo y cada conflicto. En la fábrica metalúrgica Weg, en Córdoba, donde la patronal despidió a 35 obreros y obreras, la UOM levantó las medidas que se venían realizando en forma conjunta entre los despedidos y el resto del personal, mintiendo sobre una supuesta conciliación obligatoria que jamás existió, que jamás la patronal firmó, sino que resulta ahora que se trataba de un "proyecto" de ellos. Así lograron que los compañeros se fueran creyendo que el día jueves 2 de mayo podrían reingresar a fábrica durante el periodo de conciliación, cosa que por supuesto no pudieron hacer. La dirección del sindicato sabía perfectamente que eso iba a suceder. Los delegados de base, que estuvieron presentes junto a la dirección del sindicato en el Ministerio de Trabajo, callaron también ante esta burda maniobra. 

En el día de hoy la fábrica fue ocupada temporalmente y luego desocupada voluntariamente. Esto plantea nuevas dificultades, pero por el momento la lucha sigue.

La UOM tiene el mismo discurso que la empresa: bajaron las ventas y por lo tanto son inevitables los despidos. Seamos "creativos" llegó a decir un dirigente. ¿Creativos? Lo que hay que hacer es luchar por conservar los puestos de trabajo, doblegar las intenciones de las patronales, que se enriquecieron y ahora quieren desprenderse de la mano de obra por la crisis económica. Si aducen crisis, exijamos la apertura de las cuentas bancarias de la empresa y de cada accionista: ahí está la plata con que ellos se enriquecieron a costa nuestra, empresarios planeros que además disfrutan de las exenciones impositivas que les brinda la provincia de Córdoba.

En cada conflicto y en cada evento nacional, se refleja a las claras la necesidad de una nueva dirección sindical y política para el movimiento obrero y el resto de los sectores populares: la juventud, el movimiento de mujeres, barrial, etc. . Esa dirección no caerá desde el cielo, debe forjarse a partir de la experiencia y la enseñanza de cada lucha, cada actividad de protesta, cada movilización. El Nuevo PST se pone humildemente al servicio de esa tarea, ofreciendo sin sectarismos nuestro programa de lucha por un gobierno obrero y socialista para implementar un plan al servicio de la clase obrera y el pueblo trabajador, programa que construiremos desde abajo, democráticamente, confiando en la inteligencia, la abnegación y la capacidad organizativa de las grandes masas laboriosas.

• ¡Apoyo a todas las luchas!
• ¡Comités de trabajadores de base para controlar las negociaciones de los dirigentes!
• ¡Que las asambleas de los trabajadores decidan los pasos a seguir!
• ¡Basta de despidos: reparto de las horas de trabajo entre todos, sin afectación del salario!
• ¡Abajo la ley de bases, el impuesto al salario y la reforma laboral!
• ¡Por una huelga general contra el gobierno hambreador!

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