¿Qué hacer frente a los despidos?

Editorial del 17 al 23 de mayo del 2024

Mientras la Ley Bases se estanca en el Congreso y el Pacto de Mayo tambalea, los empresarios descargan sobre la clase obrera la crisis capitalista con miles de despidos, suspensiones y ataques contra nuestros derechos laborales.

Muchos compañeros dudan de la definición de "crisis capitalista" porque los patrones hacen lo que quieren, nos despiden y no pasa nada. Identifican "crisis capitalista" con conquistas laborales. Pero eso es erróneo, sucede exactamente lo contrario. 

Si hay una bonanza económica y además luchamos, podemos conseguir algunas mejoras. Pero si hay crisis económica, como ahora, reflejada en esta brutal recesión, la patronal intentará descargarla sobre nosotros.

Un reciente informe del Indec (ver cuadro) indica que la industria está utilizando sólo el 53,4% de su capacidad instalada. La crisis es crónica, puesto que a marzo de 2023 era del 67,3%. Es decir, gran parte de la maquinaria y el espacio no se están utilizando. Los capitalistas no tienen eso de adorno: esperan no solo utilizar el 100% de la capacidad instalada sino incluso acrecentar su capital, que es la manera de obtener mayor ganancia. Y hace años que eso no ocurre en Argentina, por eso decimos que está en crisis la economía capitalista.

Los recientes despidos en Fate, Bridgestone, Pirelli, Whirpool, Mabe, Weg, ChangoMas y en centenares de otras empresas demuestran esta crisis y la agudización de la misma.

La burocracia sindical y la izquierda reformista no dan respuesta

La burocracia sindical peronista no tiene intenciones de resistir seriamente los despidos ni un programa para enfrentarlos políticamente. La línea más común es solicitar la conciliación obligatoria, medida que solo sirve para frenar cualquier esbozo de organización de los trabajadores, concluida la cual los despidos quedan firmes. 

No es distinta la política de la burocracia "roja" en los escasos lugares donde dirige, por ejemplo en el Sutna, donde se vienen produciendo despidos desde diciembre de 2022, primero en Bridgestone, luego en Pirelli y finalmente en Fate. Ni siquiera ahora Crespo plantea una resistencia de todo el Sutna contra estos ataques, al igual que la Uom no plantea un paro general del gremio, siendo que es uno de los sectores donde más despidos hay. 

Además, tienen un desprecio absoluto por las asambleas de base y la opinión de todos los compañeros. Deciden medidas a dedo que luego no se pueden sostener y esto a su vez causa más división y desmoralización. 

Pero este método burocrático con los compañeros y conciliador hacia la patronal, se corresponde con una falta de respuesta política ante los despidos. 

La crisis capitalista sólo admite dos salidas: o nos adaptamos a la situación y nos hundimos en la miseria para "ayudar" a que el capitalismo se recupere, o discutimos un programa de acción para salvar a la clase obrera y al resto de la sociedad de un agravamiento y una descomposición absoluta. La burocracia sindical y la izquierda reformista están por la primera salida.

Desde el Nuevo PST estamos por la salida opuesta:

• Ante la prédica capitalista de que "no hay plata", exijamos la derogación del secreto bancario y la apertura de los libros de la empresa y de los socios o accionistas. Así como los patrones conocen al detalle nuestros ingresos, nosotros tenemos el derecho a conocer el de ellos.
• Ante la supuesta necesidad de reducir los planteles por despidos, opongamos el reparto de las horas entre todos los trabajadores sin reducción del salario.
• Ante el cierre o intransigencia patronal respecto de la readmisión de los trabajadores, expropiación del establecimiento sin indemnización a los patrones. La empresa pasará a ser gestionada por los trabajadores bajo la responsabilidad patrimonial del Estado.

Estas propuestas no las planteamos para hacer propaganda, todo lo contrario: llamamos a los trabajadores de Fate, de ChangoMas, de Whirpool, etc. a que las discutan y analicen. No hay otra salida para enfrentar los despidos. Los dirigentes sindicales oficiales les dirán que no se puede, que es una utopía, porque ellos no quieren cuestionar al sistema que les permite tener sus sueldos y privilegios. 

Efectivamente, estas medidas cuestionan el sacrosanto derecho de los capitalistas a tratarnos como mercancías. Son apenas la necesaria y urgente solución a la crisis de despidos, pero deben ser articuladas con una lucha general contra el plan de Milei y de todo el régimen capitalista, en el camino de un gobierno obrero y popular que imponga un plan económico y social al servicio de los trabajadores y el pueblo.

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