Editorial semanal Nº35, del 14 al 20 de junio del 2024
Pobreza infantil, ley Bases y "soluciones" capitalistas
Editorial 35, del 14 al 20 de junio de 2024
Finalmente, el gobierno logró que el Senado votara la Ley Bases. Ahora resta que vuelva a la cámara de Diputados para confirmar los cambios realizados o insistir en la redacción original tal como salió de Diputados. Como quiera que sea, se trata de una ley reaccionaria en todos sus aspectos que iremos desmenuzando en artículos posteriores. Es la primera ley propuesta por Milei que obtiene apoyo parlamentario y en ese sentido algo esperado por los grandes inversores internacionales que ven en la debilidad política de Milei una traba para hacer negocios en el país.
La valoración que sobre este hecho hacen desde el gobierno por un lado y desde la oposición kirchnerista por el otro, son aparentemente opuestas. Guillermo Francos, que en los hechos se ha hecho cargo de la presidencia, manifestó: "La aprobación en general de la Ley Bases es un importante paso para encarar el camino de la inversión, el crecimiento y el trabajo para todos los argentinos". Axel Kicillof, por el contrario, planteó que la ley Bases "es casi un esquema de la época colonialista". Y específicamente sobre el capítulo RIGI (Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones) que "se disfraza como un régimen de incentivo y promoción a grandes inversiones sobre todo extranjeras, y de ninguna manera fomenta que los beneficios de esas inversiones sean distribuidos y apropiados por el conjunto de los argentinos". Una afirmación muy hipócrita proveniente de quien firmara —bajo la presidencia de Cristina— los acuerdos secretos de YPF con Chevrón en el 2013, otorgándole a esta empresa un sin fin de beneficios leoninos, así como la resolución de cualquier diferencia ante los tribunales de Nueva York. Sin hablar, desde luego, del desastre ambiental que provocó la intensiva explotación por medio del fracking en Vaca Muerta y los nulos beneficios sociales. En realidad, bajo la espuma de esta supuesta oposición, todos los partidos patronales están de acuerdo en avanzar en la entrega del territorio nacional y sus recursos, bajar el gasto social y flexibilizar las condiciones laborales, así como no dar ninguna solución de fondo al desastre del hambre, el atraso productivo y la miseria en que se hunde el país.
Y encuentran un apoyo fundamental en la burocracia sindical, que mientras dice oponerse a la Ley, pacta por abajo su aplicación y fundamentalmente, con o sin ley Bases, permite que la patronal avance con despidos y salarios de hambre en las fábricas, empresas y comercios. Son los cómplices del hambre en Argentina.
Un reciente informe de Unicef (12 de marzo de 2024), da cuenta que, en relación al primer semestre de 2023, la indigencia de niñas y niños en Argentina había aumentado al 14,3%, esto es, 1,8 millones de chicas y chicos, 250 mil más que en 2022. Estima también que este porcentaje pudo haber trepado al 19,4% a fines de 2023 ¡Y todavía muchos se preguntan cómo fue que Massa perdió la elección!
Por otro lado, al analizar el presupuesto de 2024, que es una prórroga del de 2023, con lo cual en términos reales es un retroceso enorme por la inflación, Unicef prevé un agravamiento aún peor. Solo para el caso de las AUH (Asignación Universal por Hijo) y la Prestación Alimentar, ya se habría ejecutado gran parte de lo presupuestado, siendo incierto, al no haber ningún tipo de previsión, cómo se desarrollará la ayuda social a lo largo del año. De mantenerse esta tendencia, la tasa de indigencia en niñas y niños crecería a un 34% en el 2024.
Tal como señalamos en la editorial anterior respecto a los datos de pobreza brindados por la Universidad Católica Argentina, esta información es muy útil para poner en números lo que los trabajadores percibimos todos los días. Pero, nuevamente, Unicef, como agencia del imperialismo, no plantea ninguna solución eficaz, tan solo insta a aumentar las partidas de ayuda social.
Para nosotros, lo primero que debería hacer un gobierno que de verdad quisiera solucionar esto, es afrontar en forma inmediata esta escandalosa situación, a través de medidas de emergencia y de fondo:
- Supresión inmediata de todo gasto suntuario, de privilegio o injustificado por parte de los funcionarios estatales, como las jubilaciones de privilegio, los viajes del presidente y sus comitivas al exterior, o la compra de aviones que el imperialismo deshecha pero que le sirven para hacer excelentes negociados.
Por otro lado, los sueldos de jueces, ministros y legisladores no deben exceder del salario de un obrero calificado. - Suspensión inmediata de los pagos de capital e intereses de la deuda externa, así como de los pactos que atan al país a todo tipo de organizaciones imperialistas como el FMI, el Banco Mundial, Tiar, etc.
- Control absoluto del comercio exterior y de la banca: se venderá la producción de alimentos y energía solo una vez estén garantizadas las necesidades del pueblo. A su vez, con el control de capitales podrá establecerse un sistema de créditos e inversiones al servicio de la clase trabajadora.
- Creación de una empresa estatal de alimentos para resolver el problema del hambre. Tenemos los recursos humanos, tecnológicos y naturales para hacerlo e incluso colaborar con la clase obrera de los países hermanos.
- Basta de planes sociales: incorporación de la clase obrera desocupada, con salarios dignos y cobertura social y previsional, a un plan de obras públicas y de servicios para llevar agua potable, electricidad y gas natural a todo el territorio nacional, así como la construcción de viviendas para satisfacer la demanda de toda la población.
- Impuestos progresivos a los grandes capitalistas: cualquier resistencia a dicha medida será reprimida con la expropiación de sus bienes, la cárcel o la expulsión del país.
Este tipo de medidas sí nos pondrían en el camino de una verdadera reactivación económica y de justicia social. Y obviamente deberán ser encaradas por un gobierno obrero y popular. Esa es la tarea que debe asumir una nueva dirección sindical y política a cuyo servicio proponemos nuestro programa.
- Abajo la ley Bases y todo el plan de ajuste que aplica Milei con la complicidad del conjunto del peronismo.
- Repudio a la represión, por la inmediata liberación de todos los detenidos.
- Por un plan de lucha elaborado desde las bases obreras, populares y barriales, imitando el método de los trabajadores misioneros. La derrota del gobierno será fruto de esa clase de organización y no de organizaciones de izquierda o de "cuerpos orgánicos" descolgados de las bases trabajadoras.
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