Editorial semanal Nº40 - 26 de julio del 2024
Caso Loan: Abajo las redes de trata, abajo el estado capitalista!
La desaparición de Loan sigue conmocionando a todo el pueblo, mientras continúan las movilizaciones en Corrientes. Al mismo tiempo, la falta de avances en la investigación y el bombardeo mediático empiezan a producir un justificado hartazgo popular producto de la impotencia ante la falta de respuesta de las autoridades. Se multiplican las pistas e hipótesis más extravagantes, con el calculado objetivo de desorientar y propalar el escepticismo y naturalizar este hecho hasta que caiga en el olvido.
Esto no es casual: las redes de trata para la explotación sexual no podrían existir sin el estrecho apoyo del estado capitalista. Decir, en este caso, que "el Estado es responsable" es correcto pero a la vez es no decir nada.
El Estado es un complejo de organizaciones e instituciones políticas, judiciales, económicas y militares concretas y de personas de carne y hueso que las representan. El Estado es el gobernador Valdés que impulsó con sus secuaces la teoría del accidente, para que no se siga hablando de trata.
El Estado es Patricia Bullrich que protege a Valdés y que hizo la payasada de viajar a Corrientes para encontrar a Loan en la panza de un puma o un yacaré. El Estado es la Marina que encubre a ese viejo espía a su servicio y reconocido pedófilo Carlos Pérez, señalado hace muchos años por Natalia Jaitt como tal. El Estado es Mariano Cuneo Libarona, el ministro de Justicia, cuya principal actuación como abogado fue la defensa de narcotraficantes y asesinos.
El Estado es el partido Peronista bajo cuya protección desplegaron sus actividades Alperovich, Espinoza, Insaurralde. El Estado es Capitanich que puso bajo sus alas al criminal clan Sena.
Pero el Estado no solo se ocupa de proteger y encubrir narcos, pedófilos y proxenetas, sino que, fundamentalmente, se ocupa de garantizar que una clase parásita y explotadora, la clase de los capitalistas, siga obteniendo sus ganancias y privilegios de la explotación de la clase de los productores, de la clase obrera.
Por ejemplo, hoy vemos que la multinacional del neumático más grande del mundo, Bridgestone, ha pedido —y el Ministerio de Capital Humano le ha aceptado, lo mismo que a FATE— el Procedimiento Preventivo de Crisis.
A través de este mecanismo legal, los patrones quieren despedir más trabajadores, con la mitad de la indemnización y además modificar las condiciones laborales en perjuicio de los mismos.
Por eso, la lucha por la aparición con vida de Loan y la lucha por el salario, contra los despidos, en defensa de la salud y la educación gratuitas, de las libertades democráticas, es una misma lucha contra el estado capitalista que hoy encabeza Milei.
Un gobierno débil, lleno de peleas internas
El gobierno de Milei nació débil, más como producto del repudio al kirchnerismo que con apoyo propio. Y el poco apoyo que tenía lo fue perdiendo estos meses, en que la carestía de vida es insoportable y se multiplican los despidos.
Eso explica las constantes peleas y despidos de funcionarios. La expresión más dramática de esta crisis y esta debilidad es la ruptura con la vicepresidenta Villarruel, que se prepara para una eventual dimisión de Milei, con una serie de diferenciaciones políticas aunque con la misma orientación económica.
¿Cómo se explica que este gobierno débil continúe sin embargo aplicando su plan de hambre? Los responsables, además de sus aliados naturales macristas y radicales, son los dirigentes políticos y sindicales peronistas en todas sus expresiones. Desde la CGT que se negó a enfrentar la ley Bases (al contrario, la negoció), hasta Kicillof que dice oponerse al RIGI, mientras está preparando su propio RIGI con otro nombre para que las inversiones imperialistas vayan a Buenos Aires.
La clase obrera debe movilizarse en forma independiente de todos los sectores patronales y en ese camino construir una nueva dirección política y sindical, enfrentando cualquier variable peronista o de la izquierda reformista que coquetea con Kicillof u otra variable kirchnerista, con el objetivo de luchar por un gobierno propio y un estado obrero.
Esa nueva dirección no caerá del cielo, deberá forjarse en cada lucha y reclamo, con la perspectiva de unir a todas las reivindicaciones en una misma gran lucha hasta derrotar el plan de hambre, corrupción y represión de Milei.
- ¡Aparición de Loan ya!
- ¡Abajo las redes de trata y sus cómplices políticos, judiciales, militares y sindicales!
- ¡Basta de hambre y miseria! ¡Por la derrota de Milei!
- ¡Por un plan económico y social al servicio de las masas trabajadoras!
- ¡Por un gobierno obrero y popular!
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