En Argentina desde que asumió el gobierno capitalista de Javier Milei, autodenominado "anarcocapitalista", se ha tomado la decisión política de reducir el Estado a su mínima expresión.
El Nuevo PST frente al gobierno de Milei
Declaración aprobada por la Dirección Nacional del Nuevo Partido Socialista de los Trabajadores (PST)
Con la llegada del gobierno de Milei, se ha abierto una nueva coyuntura política caracterizada por la lucha de las masas contra este gobierno capitalista y su plan. Debemos entonces precisar el programa, las consignas para llevar adelante la tarea de agrupar lo mejor del activismo popular, democrático, sindical, social, feminista, etc. alrededor de una política para batallar por el surgimiento de una nueva dirección que tenga como norte luchar por un gobierno obrero y popular en Argentina.
Es una batalla crucial por ganar a un sector del activismo para la independencia de clase, y la salida a la crisis de la Argentina capitalista, sin expectativas en ningún sector burgués, aprovechando el proceso de revolución política que está destruyendo al peronismo. El centro de nuestra batalla es que para derrotar a Milei, terminar con el hambre, la pobreza, y la desigualdad capitalista, los trabajadores y el pueblo deben luchar por imponer su propio plan. Éste es el debate central que va a atravesar todo el periodo que se viene.
Nuestro partido planteará esta salida sin temor a quedarse en minoría en asambleas de organismos de masas, ya sean sindicales, democráticos, o populares. Ninguna organización va a plantear esta salida, solo nuestro partido va a hacerlo, y al plantearlo, se va a dotar de una clara personalidad política que resultará en un polo hacia aquellos sectores más serios, que comienzan a comprender que ningún sector burgués ofrece salida. También se presentará como un polo frente a la izquierda reformista, que se va a negar a levantar la necesidad de un gobierno obrero y popular.
Milei es producto de la revolución política mundial
La llegada del gobierno capitalista de Milei es expresión de la crisis del régimen democrático burgués y del peronismo, que presenta un nuevo panorama político en nuestro país. Pero lo que es nuevo en Argentina no es ninguna novedad para el mundo. En los últimos años producto del proceso de revolución política mundial que hunde a los viejos partidos y direcciones de masas, han surgido gobiernos de este tipo donde un "personaje" o "outsider" de la política que no tiene partido político, aparece denostando toda la clase política y se presenta, ya sea por dentro de un viejo partido, o conformando un nuevo grupo.
Así se han dado los Trump, Beppe Grillo en Italia, Bolsonaro, Zelensky en Ucrania, Boris Johnson en Inglaterra, etc. Muchos de estos personajes son actores o empresarios exitosos que prácticamente no tienen partido, cuyos gobiernos son denominados por los analistas burgueses como gobiernos "populistas", Son gobiernos que defienden al capitalismo, y las multinacionales, pero al no estar asentados en estructuras políticas tradicionales a veces generan crisis y roces en los regímenes políticos burgueses. El imperialismo prefiere gobiernos más "predecibles", basados en partidos políticos con quienes negociar y hacer acuerdos.
La Internacional Progresista (IP) y el 99% de la izquierda mundial define a estos gobiernos como el "avance de la extrema derecha en todo el mundo", sectores llegaron a decir que el gobierno de Ucrania era "fascista". Todo esto es falso, IP lo dice para confundir a los activistas, porque la realidad es que no existe ningún "advenimiento de la derecha".
Hoy Trump no gobierna, y se encuentra bajo cargos legales, Bolsonaro tampoco gobierna, Boris Johnson esta fuera del gobierno con cargos penales, etc. La mayoría de los gobiernos en el mundo son de la Internacional Progresista Biden en EE.UU, Scholtz en Alemania, Sanchez en España, AMLO en Mexico, Boric en Chile, Petro en Colombia, Lula en Brasil, etc. A su vez la IP apoya públicamente a las dictaduras capitalistas de China, Cuba, Rusia, y Venezuela que son presentadas como de "izquierda".
Es decir, plantear que Milei es parte del "advenimiento mundial de la derecha" es una fantasía que nada tiene que ver con la realidad. La realidad es muy diferente y es que Milei es producto del hundimiento de las direcciones tradicionales. Es la refracción nacional de un proceso que se está desarrollando en todo el mundo, un tsunami político global del rechazo de las masas contra todos los viejos partidos y direcciones producto del padecimiento que los pueblos sufren por la crisis mundial del capitalismo.
Esto provoca el hundimiento de todos los viejos partidos y direcciones, un proceso que definimos como "revolución política", como lo planteó Nahuel Moreno en las Tesis de Leeds (1958). El proceso de revolución política mundial da como resultado un debilitamiento de los regímenes democrático burgueses que se asientan en esos partidos y direcciones, en las cuales las masas ya no creen.
Esto provoca un verdadero "terremoto" político, hace entrar en crisis a los regímenes democrático burgueses, sectores de masas no concurren a votar y les dan la espalda a las elecciones burguesas, lo que se expresa en la "ola abstencionista" que recorre el mundo.
La revolución política mundial comenzó con la caída del Muro de Berlín en 1989 hace 35 años y pasó 3 momentos:
- El derrumbe del stalinismo, y, como previó Nahuel Moreno, de todos los aparatos contrarrevolucionarios, la socialdemocracia, los viejos movimientos nacionalistas burgueses, etc.
- Entre los años 2000 y 2010 la revolución política se "congeló". Fue cuando producto del estallido de la crisis mundial del capitalismo en el año 2000 el imperialismo debió lanzar una contraofensiva global, la "lucha mundial contra el terrorismo" y la invasión a Irak. Esta contraofensiva global fue derrotada por la guerra de liberación nacional de Irak, y la movilización del pueblo norteamericano y mundial contra la invasión de Irak lo cual "descongeló" la revolución política, irrumpió otra vez la crisis mundial del capitalismo que provocó los Salvatajes, y comenzaron las oleadas revolucionarias que actualmente estamos viviendo.
- El 3er momento es a partir de que la revolución política se "descongeló", retomó su rumbo y comenzó a barrer los restos de los grandes aparatos contrarrevolucionarios, pero también al autonomismo, al fundamentalismo islámico, al castro- chavismo, e incluso empezó a golpear a los propios partidos de la Internacional Progresista. Esto abrió la crisis mundial de la democracia burguesa porque empezaron a ser cuestionados los pilares del régimen que son las direcciones del movimiento de masas.
La refracción particular de este fenómeno en nuestro país es que la revolución política se "retomó" y empezó a barrer al peronismo, al kirchnerismo, y los movimientos autonomistas como los movimientos piqueteros. Como lo definimos en el documento nacional votado en el 1er Congreso del PST en febrero del 2023 "El peronismo durante décadas en el pasado contó con una base de millones de obreros, jóvenes, mujeres, y luchadores de todos los frentes …Pero en el siglo XXI se terminó. El peronismo como partido político más importante del país se está derrumbando, millones de argentinos, repudian a esta cúpula mafiosa, germen de bastiones y feudos capitalistas, que gobiernan para sus propios intereses y los de sus amigos empresarios. Hoy el peronismo está en colapso" (La Revolución Política y el fin del peronismo 1er Congreso Nuevo PST)
Cualquier activista honesto podrá entonces preguntarnos: "Pero si de la revolución política surgen los Milei, que tiene de progresiva la revolución política?". Los "outsiders", o "nuevos populistas" emergen como producto del vacío de dirección revolucionaria que genera la revolución política. Aprovechan la desigualdad existente entre el ritmo de la crisis de los viejos aparatos contrarrevolucionarios que es veloz, y el surgimiento de la nueva dirección revolucionaria, que siempre es más lento.
Milei surge en Argentina con la condición de tener un discurso crítico de todas las direcciones, partidos políticos, y hasta de los mecanismos de la democracia burguesa. Surge por el rol nefasto del kirchnerismo y gracias a que el FITU se colocó como defensor del gobierno de Massa, lo que facilitó que Milei aparezca ante los ojos de las masas como el único y más consecuente opositor del gobierno peronista y los K.
Milei es la expresión por la negativa de la crisis del peronismo, y del régimen democrático burgués que hasta los analistas burgueses reconocen que existe. Pero el proceso de revolución política es progresivo porque resulta fundamental para construir la nueva dirección revolucionaria. Sin ese proceso, sería imposible y es lo que debemos aprovechar para construir el proyecto del Marxismo en la Argentina.
Milei intenta imponer un nuevo régimen de acumulación capitalista
El plan de Milei busca bajar la inflación introduciendo recesión en la economía. La pulverización de los salarios, y la baja en la caída del consumo coloca a la economía en recesión algo que todos los gobiernos capitalistas del mundo están haciendo. La economía de los países imperialistas (Estados Unidos, Japón, Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Italia, y Francia) está en recesión con un crecimiento raquítico del 1,4%. Según el FMI: "El pronóstico de base es que el crecimiento mundial se modere … a 3,0% en 2023 y 2,9% en 2024, muy por debajo del promedio histórico (2000–19) de 3,8%. Se prevé que, en las economías avanzadas, la desaceleración sea de 2,6% en 2022 a 1,5% en 2023 y 1,4% en 2024." (FMI, Perspectivas de la Economía Mundial. octubre 2023)
Los gobiernos imperialistas buscan bajar la inflación mundial destruyendo parcialmente fuerzas productivas. Así de cruel es el capitalismo. La quiebra de empresas, bancos, y multinacionales que presenciamos en el 2023 provocada por la suba de las tasas de interés comenzada en los años 2022, también llamada QT2, busca que haya más desocupación, parálisis en el consumo, y de ese modo baje parcialmente la inflación mundial disparada por los Salvatajes de los años 2019-2022 llamado QE4.
"… Se pronostica que la inflación mundial se reduzca a un ritmo constante, de 8,7% en 2022 a 6,9% en 2023 y 5,8% en 2024 ..." (FMI, Perspectivas de la Economía Mundial. octubre 2023) La inflación está altísima en todo el mundo, por lo cual la hiper inflación de Argentina es un reflejo de lo que ocurre globalmente, sumado a la particularidad de que Argentina desde hace 20 años es "ingobernable" para la burguesía. Veremos si el imperialismo mundial logra esas metas de inflación por las que está pagando un alto costo destruyendo salarios, puestos de trabajo, y producción.
Al compás de los gobiernos capitalistas del mundo, Milei introduce recesión para bajar la inflación. Pero el DNU de Milei no es solamente un simple ajuste contra el pueblo para bajar la inflación. Es el intento de implementar un nuevo régimen de acumulación capitalista ante el agotamiento y crisis del régimen capitalista actual, por eso introduce sustanciales reformas en casi todos los aspectos de las actividades económicas. Para comprender los alcances del DNU de Milei debemos comprender en que consiste la crisis del modelo de acumulación capitalista actual de Argentina.
Argentina se incorporó al régimen global de acumulación capitalista conocido como "Globalización", o "Neoliberalismo" en los 90`s con el gobierno de Menem. A nivel mundial la globalización había comenzado ya en los 80's con los gobiernos de Reagan y Thatcher, pero Argentina entró a la Globalización con 10 años de retraso. Desde que comenzó a instrumentarse la globalización atravesó por 2 fases o regímenes: Por un lado, la llamada "convertibilidad" con Menem y Cavallo en los 90's, y luego la "década ganada" con Néstor y Cristina entre 2004/2015. Vamos a hacer una breve explicación de ambos regímenes sin entrar en consideraciones políticas.
La "convertibilidad" fue un régimen de acumulación capitalista basado en la privatización de las empresas públicas los teléfonos, los ferrocarriles, YPF, Gas del Estado, etc. La venta de las empresas del estado hizo que hubiera una masiva entrada de dólares que el gobierno de Menem utilizó para colocar una convertibilidad ficticia de 1 peso a 1 dólar respaldando al peso con los dólares acumulados en el Banco Central en concepto de privatizaciones. Además, utilizó toda esa masa fabulosa de capital que ingresó para financiar créditos baratos a la clase media.
Millones pudieron acceder al crédito para comprar casas, autos, electrodomésticos y viajar al exterior, lo que hizo que surgiera una clase media endeudada que apoyó a Menem y sus reformas. Pero la convertibilidad fue un régimen de acumulación muy precario que se agotó a fines de los 90's cuando los dólares se terminaron. La convertibilidad era insostenible y todo el castillo de naipes se vino abajo con el gobierno de De la Rúa que intentó mantener el "1 a 1", pero le explotaron todos los bancos. Así se produjo la revolución del 2001 conocida como "Argentinazo", que expresó el fin del régimen de acumulación de la convertibilidad.
El 2do régimen de acumulación fue la denominada "década ganada" por el kirchnerismo. Este régimen de acumulación se basó en la exportación masiva de soja a China, y la privatización del complejo agro- industrial que es el corazón de la poderosa industria alimenticia argentina con capacidad de generar alimentos para 600 millones de personas. Menem había liquidado la Junta Nacional de Granos y Néstor y Cristina permitieron el ingreso masivo de las grandes empresas alimenticias Nidera, Cargill, Monsanto que se apoderaron de la producción alimenticia, logística, puertos, etc.
El gobierno de los K se financió con las retenciones a las exportaciones. Devaluaron 4 a 1 el peso y la masiva entrada de dólares por la venta de soja generó una caja multimillonaria que permitió subsidiar transporte, servicios, y una gigantesca estructura de planes sociales, cooperativas, y comedores que alimentaran a millones de personas que les permitió contener la pobreza, y evitar otro "Argentinazo".
El régimen de acumulación de la "década ganada" fue cada vez más desigual con el 1% viviendo en la riqueza, los lujos y los countries, mientras la gran mayoría de la población se hacinaba en villas de emergencia cada vez más populosas. En medio del derrumbe global del capitalismo, China tuvo una inercia de crecimiento de varios años que generó el espejismo de los BRIC'S (Brasil, Rusia, China, India, Sudáfrica) la fantasía de que China a iba a dominar el mundo ("Teoría del Desacople") que los gobiernos capitalistas que vendían materias primas a China como Chávez, Evo, Lula y Néstor eran la "liberación antiimperialista", y el kirchnerismo utilizó esa gigantesca masa de subsidios para montar su movimiento político.
Pero todo el espejismo de la "década ganada", los BRIC's y el "desacople" se terminó cuando se derrumbó China, cuya economía entró en depresión acompañando la crisis de los países imperialistas. Se derrumbó la recaudación de exportación de soja y el régimen de acumulación capitalista de la "década ganada" entró en crisis. De ese modo comenzó la cuenta atrás del kirchnerismo: La primera expresión de la crisis fue la "crisis del campo", cuando Cristina quiso manotear las retenciones para prolongar la agonía.
Luego Macri intentó superar el agotamiento del régimen K yendo hacia un nuevo régimen de acumulación con la triple reforma, pero su intento fue derrotado por la clase obrera. La asunción de Cristina y Alberto ya fue en el marco de la agonía del régimen de acumulación, y de manera grotesca para sostenerlo, imprimieron una cantidad de dinero en pesos irracional que destruyó la moneda. Ni 1 a 1, ni 4 a 1, hoy el peso se cambia a 1000 a 1 dólar, una expresión de la crisis irracional en la que la burguesía argentina huyó hacia adelante para sostener la acumulación capitalista.
Por eso Milei no la tiene fácil. Debe imponer un nuevo régimen de acumulación basado en las grandes Corporaciones Globales imperialistas, y Wall Street. Los funcionarios del gobierno de la "libertad" son representantes directos de Goldman Sachs, o el JP Morgan Chase. Pero para imponer un nuevo régimen de acumulación tiene 2 opciones: O derrota a la clase obrera, o lo hace mediante una lluvia de dinero que le permita financiarse como la tuvo Menem con las privatizaciones, o Néstor con la venta de soja. Pero hoy ambas opciones son casi imposibles.
Milei no tiene la capacidad de derrotar a la clase trabajadora y al pueblo, y la crisis mundial del capitalismo, así como el derrumbe BRIC ya no hará posible el "milagro chino". Tanto la burguesía y el imperialismo son conscientes de que deben desmontar todo el régimen de acumulación anterior de Argentina, toda la estructura de subsidios, deben aumentar la tasa de explotación, necesitan liquidar los convenios colectivos de trabajo, avanzar en privatizaciones, etc.
Pero la relación de fuerzas entre las clases se los impide: El gobierno es débil, y el peronismo ya no tiene la capacidad de contención que tuvo en otros momentos de la historia. Como veremos más adelante, toda la burguesía y sus instituciones le teme a una nueva insurrección, y eso es un límite determinante a la hora de establecer la política. Ambos modelos de acumulación hundieron a la Argentina en la crisis más grave de su historia, por eso las masas han roto con el peronismo, y odian a todos los partidos del régimen.
El problema central de la Argentina capitalista es el hambre. Los dos regímenes de acumulación, el menemista y el K dejaron un país con millones de pobres y desigual. Como lo expresamos en el documento nacional: "La inflación disparada, cercana a la hiperinflación, hunde a millones en la pobreza y la miseria. Sobre 45 millones de habitantes, la mitad del país es pobre. La pobreza afecta a 17,3 millones de personas y la indigencia a 4,2 millones, según el INDEC. La mitad de los niños son pobres, mientras la pobreza y el hambre afectan a los más vulnerables, los adultos mayores, niños, las mujeres, los pueblos originarios, los inmigrantes. Mediante la devaluación del peso, la clase obrera ha visto violentamente devaluados sus salarios. Mientras la mitad de la población se hunde en la pobreza y la miseria, una oligarquía del 1% es cada vez más rico. Los grupos económicos como Pan American Energy, Mercado Libre, Techint, Pérez Companc, Roemmers, Insud, Werthein, Indalo, Arcor, o De Narváez, vinculados al imperialismo, los banqueros y Corporaciones Globales son los dueños de la Argentina" (La Revolución Política y el fin del peronismo 1er Congreso Nuevo PST)
El gobierno de Milei va a agravar el hambre y la pobreza, y le será muy difícil establecer un nuevo régimen de acumulación capitalista. Lo más probable es que la resultante del plan Milei sea un híbrido entre aspectos del régimen anterior, y aspectos del nuevo régimen de acumulación que pretende imponer Milei, lo que agravará aún más las contradicciones, crisis social, y política de la Argentina capitalista.
El gobierno de Milei sale en defensa de la democracia burguesa
Existe toda una charlatanería de los grupos de izquierda que hablan de Milei como un "monarca", un gobierno "bonapartista", un "regreso al fascismo", análisis poco serios que no tienen nada que ver con la realidad. El gobierno de Milei es un gobierno débil que sale en defensa de la democracia burguesa. Sus medidas de ajuste brutal contra el pueblo buscan salvar al capitalismo argentino y obedecen a la desesperación de la burguesía por solucionar la grave crisis, y el derrumbe del modelo de acumulación capitalista que dejaron los K. Pero la relación de fuerzas entre las clases es completamente desfavorable a Milei.
La perspectiva más probable es hacia nuevas crisis políticas, y nuevas crisis revolucionarias. El DNU, y las medidas para limitar las protestas como el protocolo anti piquetes hasta ahora solo han sido acatadas por la CGT y los grupos cooperativistas de izquierda. Cuando Milei anunció el DNU, una movilización espontanea estalló ocupando todas las calles, avenidas, y plazas, e hizo volar por los aires el "protocolo" de Milei en segundos, lo mismo en todas las manifestaciones cacerolazos, y convocatorias que continúan produciéndose. Esto es el producto de la relación de fuerzas entre las clases que vamos a analizar.
El gobierno Milei es muy débil en primer lugar porque fue votado solo por el 22% de la población en las elecciones generales. El ballotage no puede tomarse seriamente en cuenta para medir el apoyo popular de un gobierno porque es una maniobra más antidemocrática aún que las elecciones generales que obligan a la población a optar por 2 variantes patronales. Ninguna de estas elecciones refleja lo que en realidad piensa la población, e incluso parte de los votantes de Milei no apoyan sus propuestas, sino que lo votaron para sacarse de encima al peronismo.
En 2do lugar es débil porque no está asentado en ningún partido u organización política sólido u organizado, La Libertad Avanza (LLA) es más bien un rejunte sin principios, y la coalición gobernante tiene alas que negocian por cuenta propia. En ese sentido es parecido a Bolsonaro que siempre debió negociar en el Parlamento por no tener partido político propio. Pero en 3er lugar, y el elemento más importante de todos, el gobierno Milei es débil por la relación de fuerzas existente, Argentina vive una etapa revolucionaria desde el 2001.
Cuando los grupos progresistas, o reformistas de izquierda dicen que Milei representa un régimen bonapartista, o una dictadura simplemente están mintiendo. Un régimen bonapartista, dictatorial, es un régimen que se asienta en las Fuerzas Armadas (FF.AA), que monopolizan el poder y las tiene como protagonistas. En el régimen o gobierno bonapartista las FF.AA desplazan del centro del régimen político al Parlamento, la justicia u otras instituciones.
Milei no puede establecer ni un régimen, ni un gobierno bonapartista porque por un lado se lo impide la relación de fuerzas existente entre las clases, y por otro lado porque no puede asentarse en una institución como las FF.AA dado que atraviesan una crisis histórica, producto de la derrota que sufrieron en 1982 cuando cayó la última dictadura militar.
La revolución de 1982 es el antecedente de la etapa revolucionaria abierta en el 2001, la caída de la dictadura fue un profundo cambio de etapa producida por una revolución que destruyó a las fuerzas armadas. El pueblo echó a los militares del poder en junio de 1982 y la caída del "Proceso", nombre que deriva de que la última dictadura militar se autodenominó "Proceso de reorganización nacional", provocó un vacío de poder que dejó al país sin gobierno. La revolución fue tan profunda que un solo dato vale para graficar su significado: Tanto en Chile como en Argentina las dictaduras militares salieron del poder, pero mientras que en Chile el general Pinochet que encabezó la dictadura terminó siendo senador vitalicio, en Argentina las Juntas Militares terminaron en prisión perpetua.
Precisamente la burguesía chilena apoyada por el imperialismo, montó un acuerdo con los aparatos contrarrevolucionarios para impedir que en Chile la revolución destruyera a las FF.AA como lo hizo en Argentina. La crisis de las Fuerzas Armadas se agravó cuando el pueblo rodeó los cuarteles frente al levantamiento "carapintada" de Semana Santa que pedía que los suboficiales no fueran juzgados. Semana Santa de 1987 fue otra revolución del pueblo que puso contra las cuerdas al gobierno de Alfonsín, quien mediante la proclamación de las leyes de "Obediencia Debida", y "Punto Final" intentó salvar la estructura de las FF.AA.
Menem dio continuidad al intento de reconstruir a las Fuerzas Armadas con el indulto, pero luego estallaron los escándalos de las ventas de armas de Ecuador, la explosión de los cuarteles de Rio Tercero, y el asesinato del soldado Carrasco dieron muestra del profundo proceso de descomposición y corrupción que viven las FF.AA. La crisis de las FF.AA es estructural e histórica, el pueblo las odia por haber cometido el genocidio, y es algo que ningún decreto, ni ley de ningún gobierno capitalista ha podido revertir. Esta crisis histórica de las FF.AA es la razón por la que Milei no puede establecer un régimen bonapartista.
A su vez las relaciones de fuerzas entre las clases establecidas por la revolución de 1982, y por las sucesivas revoluciones que le siguieron como fueron las de semana santa, la caída de Alfonsín, o el "Argentinazo" del 2001, son las que establecieron la actual relación de fuerzas. Llamamos a estas revoluciones "febreros recurrentes", es decir, revoluciones socialistas inconscientes que van contra el capitalismo y sus gobiernos, pero no pueden abolir el capitalismo porque no tienen a su frente a direcciones revolucionarias. A pesar de que no terminan con el capitalismo, los febreros recurrentes modifican profundamente los regímenes políticos.
Esto explica porque los K no se atrevieron a modificar la relación de fuerzas que estableció el "Argentinazo". Néstor y Cristina fueron gobiernos capitalistas que sufrieron el síndrome "post- argentinazo" tuvieron pánico de enfrentar al pueblo, no buscaron derrotar a las masas, sino que simplemente se limitaron a contener el ascenso con subsidios. Quien sí intentó cambiar las relaciones de fuerza fue el gobierno de Macri quién buscó derrotar el ascenso tras ganar las elecciones de medio término en el año 2017.
Pero fue derrotado por la movilización obrera que liquidó su proyecto de triple reforma, lo que fue otro febrero recurrente. La derrota de Macri abrió una nueva situación revolucionaria que hizo posible la irrupción de la revolución de las mujeres, una oleada de movilizaciones multitudinarias, independientes, que fueron parte de una ola global de lucha de las mujeres en todo el mundo. En Argentina fueron encabezadas por los sectores más oprimidos de la sociedad como las mujeres víctimas de femicidios, la comunidad LGBTQ, y sectores masivos de la clase obrera que impusieron un gran triunfo histórico como lo es el aborto legal.
La revolución que impuso el aborto legal, fue una movilización de masas que generó organismos de movilización y autoorganización en todo el país, fue otro febrero recurrente. La situación revolucionaria abierta con la derrota de Macri intentó ser derrotada por el gobierno capitalista de Alberto y Cristina mediante la imposición de la brutal cuarentena, aprovechando la pandemia del Coronavirus. La "cuarentena más larga del mundo" fue en realidad una brutal persecución a los sectores más vulnerables que no podían cumplir con el "quédate en casa" colocando a Berni, y las fuerzas de represión a cazar, y criminalizar a los jóvenes que salían a trabajar.
Curiosamente esta cuarentena K que de verdad fue un intento bonapartista que suspendió las libertades, y estuvo basado en las fuerzas armadas con Berni como principal baluarte, fue totalmente apoyada por los grupos de izquierda. Ninguna de estas medidas logró que la tasa de mortalidad fuera inferior a países como Brasil que no tuvieron cuarentena estricta. El espectáculo obsceno del "vacunatorio VIP", así como las "fiestas de Olivos", pusieron en evidencia la antidemocrática maniobra de la cuarentena.
El pueblo repudió masivamente la "cuarentena de Alberto y Cristina" lo que llevó a que en las elecciones de medio término del 2021 sufrieran un tremendo castigo del pueblo y una brutal derrota con un derrumbe histórico del peronismo. El ascenso se "coló" en las elecciones del 2021 y el masivo repudio culminó con la caída del gobierno de Alberto y Cristina. El peronismo apeló a salir de la crisis colocando otro gobierno con Manzur como jefe de Gabinete y Aníbal Fernández como ministro del interior, dejando a Alberto como figura decorativa.
El ascenso de masas llevó a que entre los años 2021 y 2023 Argentina viviera una situación de virtual vacío de poder, al borde de la crisis revolucionaria, en una explosiva combinación de ascenso, con la crisis aguda de la economía, lo que llevó de hecho a la "caída" del segundo gobierno de Manzur.
Cristina apeló a la maniobra desesperada de sacar a Massa de la presidencia del Parlamento, y llevarlo como ministro de Economía. Sergio Massa se convirtió desde entonces en presidente de facto, y candidato del gobierno. Éste 3er gobierno entró rápidamente en una espiral de crisis, hiperinflación, salto del dólar, y sólo pudo sobrevivir gracias al apoyo de todas las direcciones sindicales y políticas. Ninguna fuerza política, salvo la honrosa excepción del Nuevo PST planteó el "¡Fuera Massa!".
El FITU votó 24 leyes de Massa en el Parlamento, una vergonzosa actuación de capitulación y apoyo a un gobierno capitalista que lo llevó a perder el 3er lugar que había obtenido en las elecciones del 2021. La traición del FITU hizo posible el surgimiento de Milei que quedó como el único opositor consecuente, lo que le permitió capitalizar el ascenso y descontento de sectores del pueblo contra el gobierno.
Nos detuvimos en este material en la recopilación de todos los hechos trascendentales de la lucha de clases que ha vivido nuestro país, para ofrecer una explicación seria de a qué obedece la etapa y situación revolucionaria que vive el país, para comprender en que marco político asume Milei. Es este proceso de desarrollo de los febreros recurrentes lo que establecieron las actuales relaciones de fuerza entre las clases. Los grupos progresistas de izquierda reformista se limitan a hablar de "bonapartismo" sin dar un solo elemento serio que fundamente su análisis.
Milei necesita "poner orden" pero es un gobierno perfectamente consciente de la relación de fuerzas entre las clases, por eso su proyecto no es bonapartista, todo lo contrario, se apoya en el Parlamento y en defensa de la democracia burguesa. Como hay mucha confusión en este aspecto volvemos a recordar que la democracia burguesa no representa ninguna "democracia", es solo democracia para las clases dominantes, para el resto de la población es la dictadura del capital.
Milei actúa defendiendo la democracia burguesa, envía el DNU al Parlamento, intenta una reforma electoral para dar más estabilidad a la democracia burguesa que está completamente en crisis, eliminando las PASO, y colocando nuevos pisos proscriptivos para frenar la crisis de los partidos burgueses. Es un gobierno reaccionario que defiende el capitalismo, y como parte de ello, defiende el régimen democrático burgués. Y obviamente busca reprimir como lo hacen todos los gobiernos capitalistas para imponer sus planes, pero de ahí a hablar de fascismo, de bonapartismo, o de monarquía hay una distancia enorme.
La perspectiva más probable es hacia una crisis del gobierno Milei. No somos ningunos genios al plantear esta perspectiva. Simplemente basta con mirar lo que está ocurriendo en el resto del mundo, y lo que viene pasando en nuestro propio país, para saber qué es lo que va a ocurrir. Todos los gobiernos capitalistas del mundo atraviesan fuertes crisis, y cuestionamientos porque el capitalismo solo tiene para ofrecer hambre y pobreza en los 5 continentes. El de Milei no será una excepción.
También existe otra posibilidad: Que el gobierno de Milei se estabilice y pueda perdurar. Pero incluso si se diera esta perspectiva será en el marco de grandes luchas obreras y populares, para lo cual es fundamental colocar el centro del planteo de nuestro partido en la nueva coyuntura que se abre, sea cual sea el final del gobierno de Milei. Y para tener aún más claridad acerca de cuál debe ser el centro de nuestra política, es importante abordar la cuestión de la crisis de la izquierda en Argentina
La crisis de la izquierda argentina
No vamos en este material a describir la actual situación de los diferentes grupos de izquierda, cuestión que ya venimos desarrollando detalladamente en todos nuestros materiales. Lo que queremos expresar aquí es la perspectiva y en que consiste la batalla que debemos dar, y armarnos teórica y políticamente para esa batalla. La mejor expresión de la crisis de la izquierda argentina fue la fracasada marcha convocada el 20/12/23 en la cual anunciaron 50.000 personas, y a pesar de contar con la presencia de grupos como el PMRL, u otros grupos stalinistas, y de haber movilizado a las cooperativas apenas lograron juntar 5.000 personas.
Los grupos cooperativistas de izquierda están impulsando una política de llevar a las podridas instituciones del régimen como el Congreso y la Justicia la lucha contra el gobierno. Presentan "recursos de amparos", reclaman la convocatoria a "sesiones legislativas", y buscan despertar expectativas en el Parlamento, o la Justicia capitalista.
Estos grupos reformistas apoyan la política traidora de la burocracia sindical, en nombre de la "unidad". Toda la política de estos dirigentes está basada en la defensa del régimen democrático burgués, y de sus privilegios como pequeños empresarios Pymes de sus cooperativas como "Izquierda Diario" o el "Polo Obrero", así como de sus emprendimientos electorales.
Estos grupos por su estructura, dirección, finanzas, y dependencia del estado burgués, aunque se sigan presentando como "trotskistas", o "Morenistas" ya han roto con el Marxismo, solo se presentan como tales para continuar engañando al activismo. El derrumbe de los grupos cooperativistas de izquierda como PTS, PO, o MST es cada vez mayor y pagan caro haberse consolidado como grupos reformistas y pata izquierda del kichnerismo.
La razón de fondo de la crisis de estos grupos, así como de IS, NMAS, y otros grupos menores es necesario ubicarla en el marco de la crisis mundial de la izquierda. El análisis internacionalista es la única salida para comprender acabadamente lo que está ocurriendo con la crisis de los grupos en nuestro país. Y para ello vamos a tomar el ejemplo de lo que ocurrió en Francia a mediados del año pasado que ejemplifica la situación de la izquierda mundial.
En Francia a mediados del 2023 la clase obrera lanzó un plan de lucha contra las medidas de Macron de aumento de la edad jubilatoria. El llamado de las centrales sindicales fue rebasado por los trabajadores y el pueblo, vimos una Paris con las calles tomadas donde la basura no se recogía durante días enteros, el país estaba en manos de la clase obrera, y el gobierno de Macron quedó suspendido en el aire. Bastaba una llamada de alguna organización, y el gobierno de Macron habría caído.
Pero, como señalamos en el artículo que presentamos desde La Marx International, ningún partido de izquierda planteó que en Francia debía asumir un gobierno obrero y popular. En el país del mundo donde posiblemente existan la mayor cantidad de grupos de izquierda, nadie, ni siquiera el grupo más pequeño existente, planteo que la clase obrera tenía que gobernar. ¿A qué se debe esto?
Esto se debe a que toda la izquierda mundial se hizo mandelista. Adoptó el programa del revisionismo, y ha roto con el Marxismo. Si tenemos que explicar en forma sencilla a cualquier activista porque el 99% de la izquierda mundial es reformista lo podemos decir en forma muy simple: Porque ya no plantea que la clase obrera debe gobernar. En el año 2003, el mandelismo quitó del programa la consigna de "Dictadura del Proletariado", y fundo el NPA (Nuevo Partido Anticapitalista) de la cual quitó la consigna que popularmente presentamos como gobierno obrero y popular.
Veinte años después, los hechos de Francia del 2023 dejaron en claro que todos los grupos de la izquierda mundial han seguido el camino del mandelismo. Con diferentes ritmos, desigual y combinadamente en todos los países del mundo todas las corrientes han roto con el Marxismo y se han conformado como grupos abiertamente reformistas. Al no plantear que la clase obrera debe gobernar, la izquierda mundial deja a las masas del mundo, y al activismo mundial sin alternativas para enfrentar y derrotar al capitalismo.
La misma situación que se dio en Francia, se va a dar en Argentina. Con desigualdades, más temprano que tarde, dentro de 2 meses, o de 2 años, no lo sabemos, pero lo más probable es que se abra una crisis revolucionaria nuevamente. Y cuando ello ocurra ya sabemos lo que sucederá, la izquierda se va a negar a plantear la salida de que gobierne la clase obrera, de hecho, ya lo hizo cuando comenzó la crisis del gobierno Massa. No decimos que los grupos no hablarán más del gobierno obrero, lo harán, pero como explicaba Trotsky lo harán los "días de fiesta", con el método de la socialdemocracia. En sus publicaciones y los actos hablarán del gobierno obrero, pero cuando se abra la crisis revolucionaria se negarán a plantearlo.
Quien tiene que plantear esta cuestión es el Nuevo PST. Éste es nuestro desafío, y será la batalla central contra toda la izquierda reformista. Podemos hacer unidad de acción con ellos, recordando que la táctica implica unidad- enfrentamiento, es decir, empujamos juntos la lucha contra el DNU, pero nos diferenciamos tajantemente en cuanto a la alternativa al DNU.
Al no plantear que la salida debe ser un gobierno obrero y popular, de hecho, la izquierda planteará que la salida es esperar a las elecciones del 2027. O del 2025. Que hay que votar "diputados de izquierda". En los hechos, la izquierda, todos sus grupos planteará que vuelva el peronismo, o el kirchnerismo, no se animará a decirlo abiertamente, pero su política en los hechos será esa. Y debemos prepararnos para enfrentar esa política de traición que la izquierda prepara en el próximo período.
Nuestra orientación: Agrupar a valiosos activistas y militantes alrededor de la lucha por un gobierno obrero y popular
Concretamente el Nuevo PST sale a plantear la derrota del DNU, y la necesidad de un gobierno obrero y popular para imponer otro plan. Que no hay que esperar ni el 2025, ni el 2027, y no tener ninguna expectativa ni en Cristina, ni Kicillof, ni Máximo, ni en las próximas elecciones, ni en ningún partido patronal. ¿Porque tenemos que plantear el gobierno obrero? ¿Es correcto que un pequeño grupo como el Nuevo PST lo plantee? ¿Cómo lo planteamos?
Todo el activismo de Argentina en un 99% coincide en que hay que derrotar el DNU de Milei. Ahora bien, ¿que proponemos como alternativa? Al pueblo hay que hablarle claro, frente al dnu hay que proponer una alternativa. ¿Y que proponemos? La izquierda allí hace silencio, no propone nada. A lo sumo romper con el FMI. Pero incluso ese planteo es falso, ¿quién lo va a hacer? ¿El peronismo va a romper con el FMI? ¿Se logra con diputados de izquierda?
Lo bueno que tiene el DNU de Milei es que pone las cosas blanco sobre negro, sin lugar a medias tintas. Hay que derrotarlo, en eso estamos todos de acuerdo. Pero ¿que proponemos como alternativa? Debemos plantear la necesidad de un gobierno obrero y popular porque es la verdad. No debemos mentir al pueblo, ni a las masas, nunca, bajo ningún concepto, porque eso se paga muy caro. La izquierda argentina viene retrocediendo precisamente porque viene mintiendo hace rato, y lo está pagando caro.
Y no debemos esperar a que se produzca la crisis revolucionaria para plantearlo. Debemos plantearlo desde ahora. Por ejemplo, necesitamos un aumento de salarios. Estamos todos de acuerdo en esto. Pero entonces ¿que proponemos? ¿Que el aumento lo otorgue Milei? ¿Y qué pasa si Milei da un aumento? Ya sabemos, se lo come la inflación en 15 días.
Entonces decimos que necesitamos un aumento, y ahí hacemos "unidad", pero a la vez necesitamos luchar por otro gobierno, y otro plan porque ese aumento de nada va a servir si no terminamos con Milei y su plan. Tenemos que decir la verdad porque si no estaremos mintiendo al pueblo y a los activistas. Pero a la vez, hay que aclarar que cuando proponemos otro gobierno no hablamos del peronismo, porque tampoco es salida. Ya gobernaron y nos mataron de hambre porque defienden el capitalismo.
¿Puede un pequeño grupo como el Nuevo PST plantear esto? Puede y debe. No importa nuestro tamaño, somos una organización pequeña recientemente surgida, pero, aunque fuéramos sólo 3 militantes igual deberíamos plantearlo. La justeza de la política no se mide por la cantidad de militantes que somos, sino por las necesidades de los trabajadores y el pueblo. La cantidad de militantes solo influye en el modo de plantear las consignas, pero no cambia el método de que debemos plantearlas diciendo la verdad: Solo un gobierno obrero y popular puede terminar con el hambre, levantar los salarios, crear trabajo. Lo demás son mentiras.
¿Cómo se plantea esta política? Nahuel Moreno bromeaba sobre el POR de Bolivia, que siempre respondía a todo con la consigna "Dictadura del Proletariado". Debemos "bajar a tierra" la consigna de acuerdo a las diferentes circunstancias, y cambios en la lucha de clases. Por ejemplo, una manera de plantear el gobierno obrero es decirlo de este modo: "Por un plan económico de las organizaciones obreras y el pueblo". Con esta consigna afirmamos que si cae el DNU, o cualquier otro plan de Milei, no hay que esperar que vengan economistas de Cristina, Kicillof, o Grabois, tenemos que los trabajadores y el pueblo proponer un plan.
Esto es un golpe a la conciencia de miles de compañeros que nunca se les cruzó por la cabeza que la clase obrera puede proponer medidas de gobierno, e incluso podemos bajarlo más a tierra. En una asamblea donde está la amenaza de cierre de una empresa o repartición como Aerolíneas u otras "Elaboremos los trabajadores un plan alternativo al de Milei, para salvar la empresa y el país, y un plan de lucha para imponerlo". Hay mil variantes de planteos como éste que apuntan a que los trabajadores impongan su plan, son planteos de transición que llevan al gobierno obrero y popular.
Y también es importante plantear la consigna en forma general y abstracta sin bajarla a tierra "Fuera Milei, por un Gobierno obrero y popular" dejando abierta la fórmula de cuales organizaciones planteamos que gobiernen, que los hechos de la lucha de clases vayan bajando a tierra la política. Queremos proponer un plan que gire alrededor de 5 medidas:
- Conformación de un gobierno de Emergencia integrado por organizaciones populares, sindicales, democráticas, sociales, partidos políticos para terminar con el hambre y la pobreza. Que adopte como primera medida la ubicación de todo el presupuesto del estado y sus recursos en solucionar en forma urgente el alimento de la población, y fundamentalmente los sectores vulnerables, niños, adultos mayores, discapacitados, y los más oprimidos.
- Congelamiento inmediato de precios. Suspensión inmediata de todas las deudas del Estado con fondos de Inversión, bancos, Corporaciones, empresas, FMI, Banco Mundial para destinarlos a alimento al pueblo. Impuestos a los 10 grandes grupos económicos que dominan la economía capitalista del país (Pan American Energy, Techint, Grupo Pérez Companc, INSUD, Werthein, etc.)
- Estatización de todas las empresas. Creación de la empresa nacional de alimentos basado en la industria alimenticia. Control de capitales, y la banca. Vuelco de las reservas de 11 mil millones de dólares de Banco Central, y los recursos de los bancos Nación, Ciudad, y Provincia para respaldar los ingresos de los más humildes. Impuestos, y embargos para los delitos cometidos por las estafas de banqueros, sociedades de bolsa, cuevas financieras, y especuladores.
- Salario y trabajo en blanco para millones de desocupados que sean incorporados inmediatamente a la planta orgánica de municipios, provincias, y estado nacional. Eliminación del trabajo en negro, y precario, todas las empresas deben blanquear sus empleados, con cuota social, y aporte jubilatorio. Fin de los planes sociales, y vuelco de los recursos a financiar trabajo en blanco con obra social con poder adquisitivo para que millones impulsen el consumo, la industria, el comercio, salud, y educación
- Convocatoria a movilización general del pueblo como respaldo a las medidas. Constitución de Juntas o gobiernos de emergencia en ciudades, pueblos, provincias, y regiones que trabajen en el impulso a las medidas.
Cuando hagamos el planteo de que necesitamos un gobierno obrero y popular muchos nos dirán que estamos locos. Algunos se reirán de nosotros. La izquierda nos responderá:"¿Quienes proponen que gobiernen, ustedes que son 4 gatos locos?" El N PST está preparado para afrontar estos debates, somos un partido que sabe quedarse en minoría en asambleas de organismos de masas, ya sean sindicales, democráticos, o populares. Y sabemos que el PST se va a quedar en minoría, porque ninguna organización va a plantear esta salida.
Pero al comenzar a plantear esta salida, nuestro partido se va a dotar de una clara personalidad política que resultará en un polo hacia aquellos sectores más serios, que comienzan a comprender que ningún sector burgués ofrece salida. Los activistas madurarán en la experiencia de lucha contra el gobierno de Milei, y muchos de los que se nos rían, al tiempo nos darán la razón, independientemente de los tiempos de la lucha de clases.
Si planteamos la necesidad de un gobierno obrero y popular, vamos a desnudar la política socialdemócrata de la izquierda reformista. Ellos van a reaccionar violentamente contra nosotros. No habrá ningún acuerdo. Dirán que somos "sectarios", que no queremos la unidad. Nos acusaran de divisionistas, de funcionales a Milei. Que si planteamos el gobierno obrero y popular "ahuyentamos" a los K, y dividimos la lucha. Nuestra postura va a provocar polémica, la discusión va a ser dura con la izquierda reformista y cooperativista.
El Nuevo Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y La Marx vamos a impulsar las luchas que se vienen y a postularnos como un polo claro para cientos de activistas, que ya nos siguen con atención. Y ese es nuestro objetivo. Queremos generar un polo alrededor de nuestra política para organizar los activistas democráticos, sindicales, feministas, sociales, de la juventud, etc, que rechazan a los partidos capitalistas, y a los grupos reformistas.
Para que aparezca un polo es necesario evitar la dispersión. Proponemos "centralizar", que aparezca un polo aglutinador del activismo que se coordinen las acciones, que se unifiquen, pegar como un solo puño. Ya comenzamos las reuniones con activistas de todo el país, a quienes nos dirigimos planteándoles claramente que proponemos que gobierne la clase obrera. Vamos a combinar la agitación y la propaganda. Entonces junto con nuestras declaraciones donde lanzamos las consignas que adecuamos a cada paso, también vamos a presentar artículos explicativos, de debate, porque la etapa que se viene será de grandes debates. Nuestros materiales combinan editoriales, agitación, propaganda, y reportajes a los activistas, para dar mayor respuesta a muchos de las discusiones, y reflejar parte de las luchas que se vienen.
Estamos convocando a que te sumes a este proyecto. Nos proponemos agrupar a parte de esos miles de activistas al Nuevo PST y La Marx. La anterior etapa de intervención en las elecciones nos permitió pegar un salto en nuestra construcción, apostamos a que suceda lo mismo en la etapa que se abre, el proceso revolucionario que afrontamos contra Milei nos impone un desafío: El del desarrollo de una nueva dirección revolucionaria, y de la defensa del Marxismo, retomando y defendiendo su programa.
Crisis social, ganancias capitalistas y descomposición política
por DANIEL CAMPOS (Economista marxista)
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