FATE: LA BASE DERROTO EL PACTO CRESPO-MADANES QUINTANILLA
Crespo y Madanes Quintanilla habían firmado un verdadero pacto de "caballeros": Fate lograba implementar el sistema de trabajo acorde a sus planes y Crespo lograba —como mínimo— una ayuda financiera permanente para sanear la obra social quebrada, cuyo turbio manejo es totalmente ajeno al conocimiento de sus beneficiarios. Que hay un pacto firme entre Crespo y la empresa, lo demuestra el hecho de que al día siguiente de la asamblea, no solo la empresa y sus voceros, sino los propios delegados de la Negra, comenzaron una acción de presión y extorsión sobre los compañeros. Es decir, siguen actuando en conjunto. Crespo desconoce así el claro mandato de rechazo que dio la asamblea. Quiere que pactemos un acuerdo para seguir rompiéndonos el lomo por unos miserables pesos: se calcula que en un año, perderíamos 14 días de franco, que regalamos a la empresa a cambio de ganar lo mismo. Y encima, si Fate quiere, se queda con la potestad de volver al régimen actual en 2026, o sea, todo la decisión queda en manos de la empresa.
No es, decimos, la primera vez que Crespo pacta la entrega de los trabajadores: dejó pasar más de 1000 despidos desde diciembre de 2022 a la fecha. Es más, hemos denunciado reiteradas veces que en el Acta del 30 de setiembre que cerró la gran lucha del 2022, ya se había establecido una cláusula de "paz social". En esa Acta las empresas señalaban el programa de superexplotación que luego fueron aplicando con despidos y cambios en las condiciones laborales y el sindicato solo se pronunciaba por "respetar la ley".
Lo que ocurrió ahora, en la histórica asamblea que rechazó el Acuerdo, fue la explosión de un largo proceso de repudio a la orientación burócratica y autoproclamatoria del gremio, que encubría en realidad una política favorable a la patronal: cada lucha que "decretaba" era luego llevada a la trampa de las conciliaciones obligatorias, que siempre terminaron favoreciendo a la patronal. El gremio saca pecho por algunas pocas reinstalaciones por orden judicial, cuando acá se trata de centenares de compañeros abandonados en medio de una recesión brutal, despidos a los que no se respondió llamando a las tres fábricas para discutir como enfrentar el ataque patronal de conjunto. El "si nos tocan a uno nos tocan a todos" es para los actos políticos nomás, en la realidad mantuvo totalmente divididas a las tres grandes fábricas.
Y esto, con el acompañamiento de las agrupaciones "opositoras", que se reacomodaron un poco por la presión de los compañeros pero que siempre estuvieron adulando a la conducción. Incluso ahora, tratan de poner paños fríos luego de la paliza que la base le dio a Crespo. En un bochornoso comunicado conjunto de las listas Granate, Marrón y Roja, se critica tibiamente a Crespo, y se llama a quitar este o aquel punto del Acuerdo rechazado por completo por la asamblea. Peor aún, en un párrafo vergonzoso, quieren establecer el derecho de admisión, y le piden a la conducción del SUTNA que "llamen a reuniones abiertas (no asambleas) en el salón de la seccional para que participemos todos los trabajadores, el activismo y los que siempre están en la lucha, junto a los compañeros despedidos que pelean por su reinstalación, delimitándonos de todos los sectores patronales como la lista violeta y cualquier sector oportunista, para preparar un plan de lucha por nuestro salario, la reincorporacion de los despedidos, la defensa de nuestro convenio".
Señores de las listas "opositoras", las reuniones que necesitamos se llaman asambleas de base, para que entre todos decidamos, no reuniones de "luchadores" que voten cualquier pavada que después nadie cumple pero les permite salir en la tele con el cartel de clasistas, luchadores, etc.
Toda la base tiene derecho a decidir, a hablar y a votar, independientemente de sus posiciones ideológicas. ¿Qué van a exigir en el futuro? ¿La certificación de un voto a Massa o a la izquierda?
El derecho a decidir nos lo ganamos rompiéndonos el lomo todos los días, no porque pensemos de tal o cual manera.
La lista Negra ya demostró su fracaso y su entrega, los trabajadores tenemos que unificarnos para enfrentar a la patronal con el método democrático de discutir TODO en las asambleas e ir preparando una nueva conducción. Por que lo que ocurre y lo que vendrá es muy grave. Pero así como es grave, también demostramos que tenemos la fuerza y la claridad para oponernos. No se trata de aceptar los males menores, los despidos como hechos consumados y la flexibilidad laboral eterna de los convenios americanos. Se trata de discutir entre todos una salida de fondo:
- Asambleas por fábrica con mandatos para un plan de lucha!
- Contra los despidos: Por la reincorporación de todos los compañeros! Reparto de las horas de trabajo si es necesario, manteniendo el sueldo de convenio!
- Por comités de lucha que integren a los despedidos, plenos derechos para participar en todas las instancias de deliberación!
- Rechazo a los cambios propuestos por las patronales. Empecemos a organizarnos contra los convenios americanos.
- Por un salario digno, sin necesidad de horas extras ni trabajar los fines de semana!
- Basta de burocracia: Que la base decida!
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