ONLY FANS LA CORPORACION PROXENETISTA GLOBAL

14.10.2021

Por Femiluna 14 de Octubre del 2021 - Publicado en Revista Socialismo Argentina N°11-

El abolicionismo sostiene en un acuerdo generalizado, que la empresa Only Fans ha comenzado o intentado reemplazar la figura de proxeneta dentro de las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación, y amenaza con ser una de las nuevas adaptaciones que tiene el patriarcado dentro del salvaje sistema capitalista para explotar a las mujeres, deshumanizarlas y cosificarlas. Fomentando la cultura masculinista que nos hipersexualiza, y nos instrumentaliza en pos de los deseos patriarcales masculinos.

Pero... ¿por qué? ¿Qué es lo que vuelve a Only Fans tan peligroso?

Se ha vuelto viral en las redes sociales la supuesta imagen de "mujer emprendedora que vende contenido en Only fans", creando en el imaginario colectivo que estas mujeres son independientes y tienen la vida resuelta, además de vender la concepción de que ganan mucho dinero "a costa de trabajo duro". Con esta introducción a lo que acordamos colectivamente en este último tiempo, es momento de cuestionarnos: ¿En verdad las mujeres que venden contenido en Only Fans son estas mujeres fuertes e independientes, ergo, el modelo feminista que deberíamos seguir? ¿En verdad ganan tanto dinero?

El contenido que se vende a día de hoy en la plataforma, con exactitud el 99% parte es pornográfico o "erótico". Si bien la misma se estructura como una plataforma o red social cuyos usuarios tienen dos roles ser seguidores o "fans" y ser "creadores de contenido" que venden su contenido ya sea fotos, dibujos, audiovisuales, etc; a aquellos que los siguen a cambio de una suscripción paga mensual, y/o pagos únicos por un "contenido" en específico. Lo que lo hace tan famoso por vender contenido pornográfico es, la falta de restricciones tanto en el "contenido" que se vende como a la hora de registrar los usuarios.

​La plataforma funciona muy bien para la venta de porno, sobre todo porque sus propietarios: Tim Stokely y Leo Radvisnky se encuentran dentro de la industria del porno desde hace ya varios años. Dos hombres explotadores, prostituyentes que se enriquecen a costa de la explotación sexual de mujeres.

La pornografía, bajo parámetros teóricos, es prostitución grabada. El sexo que se nos muestra está sucediendo, y toda la violencia escalada que se ejerce sobre las mujeres en el mismo, también. En resumen, nos encontramos a una mujer, teniendo sexo, sin consentimiento o deseo de hacerlo, y siendo coaccionada para hacerlo mediante una extorción económica. La única diferencia que existe con la prostitución es el guión.

​Pero, además, dentro de la cultura masculinista, la pornografía ejerce el rol de sustentadora y normalizadora de esta cultura masculinista. Sostiene a los roles sexuales de dominación y sumisión, inherentemente patriarcales que construyen culturalmente una sexualidad colectiva misógina. Es un discurso de odio hacia las mujeres y se utiliza como armamento para adoctrinar a la sociedad (particularmente la sociedad masculina) sobre nuestro rol de subordinación sexual; por otro lado, nos inculca a nosotras, a las mujeres, que el abuso y la violencia que recibimos más allá de merecerla, debemos desearla.

​Es una industria de la violación.

​Se construye una feminidad en dentro de la narrativa pornográfica que existe y se reafirma en un deseo de violación. Y más allá de ese deseo de violación, las mujeres en la misma, no tenemos calidad humana más allá que la de ser objetos sexuales a disposición de los hombres.

​Por otro lado, reproduce la cultura de la pedofilia mediante la hipersexualización de la infancia, las mujeres además de ser sumisas, de "desear" ser violentadas, en el porno, actúan como niñas; son hijas, sobrinas, nietas, actúan de forma inocente, delicada.

​Finalmente, la mayor relación establecida entre la prostitución y su forma grabada, es el contenido. Como hemos visto recientemente, la empresa pornográfica más importante tuvo que borrar un gran porcentaje de su contenido porque provenían de redes de tráfico de personas para la explotación sexual, o porque estaba subido sin el consentimiento de las mujeres que fueron grabadas.

Y es momento donde alguien podría decir: ¿Only Fans no es porno tal cual, es independiente y las personas que lo hacen deciden hacerlo por su propia voluntad? O: ¿Y por qué haría eso a la empresa un "proxeneta moderno''?

​Bien, en una primera instancia, la plataforma ejerce el rol de proxeneta porque es quien "oferta" a las mujeres que serán prostituidas o "venderán su contenido", se apropia del mismo, y además retiene un 20% de sus ganancias.

​¿Cuál es la definición de proxeneta?

Persona que induce a otra a ejercer la prostitución y se beneficia de sus ganancias.

​Y esta plataforma además de estar integrada en una gran mayoría por prostitutas que debieron trasladarse a este tipo de plataformas para poder subsistir en tiempos de pandemia. La empresa cuenta con una forma de "promoción" que se basa en inducir a otras personas a vender su "contenido" pornográfico claro está, dentro de la misma. Se llama "sistema de referencia" y le retribuye un 5% de sus ganancias de suscripciones cada vez que personas externas se suscriban mediante el enlace del ahora reclutador.

​Una gran parte de las personas que venden pornografía en Only fans son mujeres, y los usuarios que lo compran son hombres; este mismo no escapa la narrativa pornográfica que objetiviza, deshumaniza a las mujeres solo que esta vez reproducido por ellas mismas, y reproduce los roles sexuales de dominación y sumisión. Los hombres pueden pedirles a las mujeres prostituidas el contenido que desean que hagan, es decir, la forma en la que quieren que se subyuguen a ellos. Y de la misma manera que en las redes de trata se obliga a las prostitutas a ejercer como modelos webcam o camgirls en estos tiempos, pueden abrirles una cuenta en Only fans, para ello solo es necesario tener un rostro y un DNI.

​En la siguiente entrevista podemos ver como una chica relata cómo su novio la obligaba y la explotaba para vender fotos desnudas en la plataforma. Además de atestiguar de la presencia de muchas menores que venden este tipo de "contenido" (nuestro próximo tópico a abordar):

Si bien en ésta el discurso regulacionista y misógino que promueve la prostitución se reproduce, vemos de forma tétrica la violencia a la que la chica está expuesta, y no solo ella, las "amigas" del entrevistador que son menores de edad y que venden pornografía infantil a mayores; incluso la complicidad estructural, estatal, gubernamental que se da en este ámbito cuando afirma que muchos funcionarios de renombre les han comprado pornografía infantil.

Que existan este tipo de plataformas es producto de una complicidad social, estatal, judicial y policial. ¿Por qué? Porque el poder se encuentra monopolizado en manos masculinas, las mismas que consumen y se benefician de esta narrativa pornográfica masculinista. El putero, gracias al pacto patriarcal, sostiene y encubre a los demás, venera y se relaciona con el proxeneta. Si el estado sostiene la prostitución, es proxeneta, y el fomentar su consumo lo hace putero.

​Continuando con esta narrativa de supuesta "autonomía" debemos decir que el poder y la dependencia que genera esta plataforma es de los compradores/puteros hacia las mujeres que allí se encuentren por dos simples razones: la primera es que la desigualdad de poder que expresa la acumulación de capital en esta sociedad capitalista es innegable la presencia de esta en nuestra realidad, aquellos que pagan pueden exigirle a quien se está "vendiendo" a quién vende en este caso su cuerpo fotografiado o grabado lo que deseen y esa otra accederá por necesidad; y la segunda es que el contenido no le pertenece a quien lo vende, si no a quien lo paga. Lo que se traduce en las problemáticas de filtración de "contenido" que la página presenta. Las usuarias no tienen poder ni siquiera sobre aquellas fotos (el cuerpo) que vendieron. Y aún, cuando muchas trataron de denunciar este hecho, el impacto que ha generado en sus vidas y la violencia cibernética de la que fueron víctimas, no se borra.

Y ni hablemos de la gran presencia de pornografía infantil con la que la plataforma cuenta. En el documental #Nudes4Sale investigó cómo de los datos extraídos de un software de reconocimiento de edad en un día, de los más de siete mil perfiles, dos tercios de ellos pertenecían a menores de edad.

​Esta cultura pornográfica que la plataforma reproduce capta a menores de edad, convirtiéndose en un centro de pedófilos y de circulación de pornografía infantil. No existen regulaciones o legislaciones que avancen sobre esta problemática, lo que permite que esto se siga reproduciendo.

​Esta cultura que infantiliza a las mujeres como una forma de cumplir con la cultura de la pedofilia, solo hace que, en consiguiente, los consumidores busquen, en efecto, niñas pequeñas.

​De la misma manera que la exposición y el consumo de la violencia reproducida en la pornografía, lleva la normalización o incluso al ejercer violencia sexual.

​Pero todos estos aspectos no recaen para nada en las mujeres que allí consiguen dinero, sino en los compradores y el mismo accionar de la plataforma. La mayor parte de ellas se encuentra allí por una necesidad, la feminización de la pobreza, la exclusión que conlleva conduce a las mujeres a venderse. Aquí el problema es que les estamos dando a los hombres el poder de comprarlas, porque cuentan con el poder estructural que les otorga tanto el patriarcado, como el capitalismo; quienes unidos en un acto de connivencia magistral demuestran cómo corporativizar la explotación de millones de mujeres y convertirlas en captadoras de otras cientos de miles más utilizando las nuevas TIC (tecnologías de información y comunicación) o más bien las modernas: Tecnologías de información, comunicación y explotación.

Para ser más precisas, más allá de que categoricemos a la "plataforma" como proxeneta nos lo referimos en sentido simbólico, porque en realidad aquellos que la administran, gestionan, que son dueños de ella, son los responsables; son quienes se apropian del dinero de muchas mujeres explotadas, y las incentivan a subir cada vez más "contenido" para poder suplir la falta de aquel porcentaje que expropian.

​La plataforma tiene cerca de un millón y medio de "creadores de contenido" un millón y medio de personas, en su gran mayoría mujeres, explotadas. Porque si vamos a las estadísticas, del millón y medio de creadores, el 97% son mujeres; y de sus ochenta millones de consumidores, el 73% son hombres. ¿Acaso no se ve una tendencia? Si tan empoderante es, ¿por qué no vemos hombres vendiendo sus fotos desnudos, o masturbándose, ahorcándose, para que otros se toqueteen?

​Porque el mito de la libre elección se cae cuando nos damos cuenta del abuso de poder que se ejerce cuando tres o cuatro dólares más cambian el "no" por un "sí". Si seguimos debatiendo sobre el consentimiento y no empezamos a hablar de deseo, permitimos y normalizamos culturalmente la coacción. El deseo siempre les es y fue negado a las mujeres, por eso a día de hoy se les delega la idea de consentimiento que puede ser manipulado mediante insistencias o un manojo de billetes y hacerles creer que están ejerciendo su propia voluntad.

Todo el "contenido" que se vende, se publica o consume tanto en esta plataforma como en gran parte internet parte de la narrativa pornográfica de la cultura masculinista; desde varios anuncios de películas hasta las famosas "nudes" que muchas mujeres comparten en sus redes sociales. Y es por esto que el feminismo es abolicionista, no por frigidez o conservadurismo, sino porque la sexualidad en términos culturales se ha construido alrededor del deseo y el placer masculino, a través de los roles sexuales de dominación y sumisión, en pos de objetivizar, violentar, y explotar a las mujeres, favorecer la cultura de la pedofilia y la violación, bajo el coitocentrismo/falocentrismo que niega nuestro placer y atribuye al desconocimiento sobre tanto sobre el mismo como sobre nuestra anatomía, y finalmente inculca a los hombres a violarnos, violentarnos, como un derecho suyo natural innato que les otorga su supremacía como a las mujeres desear nuestra opresión y la violencia que la misma conlleva.

Only fans es producto del capitalismo corporativista en correlación con el patriarcado, que intenta crear una nueva forma de proxenetismo.

​Y para desarticular tanto la plataforma como el mensaje que reproduce es necesario un cambio cultural del discurso pornográfico, la caída de la cultura masculinista, la conformación de una nueva concepción de la sexualidad y el desarrollo de legislaciones que encarcelen a sus administradores.

Envíanos tu adhesión, firma, nota, o sumate como activista!