Porque lanzamos la Corriente Sindical Elías Rodríguez

12.01.2023
6 de noviembre de 1947. Elías Rodríguez en el primer acto público del Grupo Obrero Marxista (GOM)
6 de noviembre de 1947. Elías Rodríguez en el primer acto público del Grupo Obrero Marxista (GOM)

El nombre de la corriente sindical que estamos impulsando -Elías Rodríguez-, es en homenaje a uno de los más grandes dirigentes sindicales de la historia argentina. Nacido en la provincia de La Pampa, en una zona rural, de familia muy humilde, comenzó a trabajar de muy chico y migró a la Capital Federal en su juventud, donde se hizo obrero y dirigente sindical. Definido por Nahuel Moreno como "el más grande dirigente obrero que conocí", Elías tenía una habilidad especial para organizar a los trabajadores que desarrolló a partir de 1943 en la fábrica de bolsas de arpillera de Bunge y Bom, de la cual fue delegado general.

A Elías Rodríguez le tocó vivir una de las etapas más difíciles para alguien que era trotskista: El momento en que la clase obrera argentina se hizo peronista, allá por la década del 40's del siglo pasado. Hoy que la clase obrera está abandonando ese viejo partido patronal, su ejemplo nos sirve de guía más que nunca. Antes de ingresar a las filas del trotskismo, Elías observó las brutales condiciones de explotación a las que eran sometidos los obreros por las patronales de Bunge y Bom, y decidió que había que terminar con esas condiciones y organizar la fábrica para ponerle freno a las patronales.

Así lo explicaba Elías: "Yo estudiaba, observaba todo". Me dije: "...a este Bunge y Bom hay que pararle la chata, viejo (...) "En 1944, con Perón, hay una campaña de organización. Entonces digo: 'Miren muchachos, acá podemos organizamos..." En 1944 Elías organizó la Rama Bolsa de la Unión Obrera Textil, primero, y después participó en la fundación de la Asociación Obrera Textil. Elías organizó la primera reunión con los activistas en un bar: "... entonces dijo: Vamos a hacer una reunión a la una en el "café", en el boliche que estaba, en Manuel García y Alcona, frente a la fábrica Grafa (...) "Hicimos la reunión. Cité a unos cuantos. Vinieron como ocho o nueve... después agarro dos costureras, dos repasadoras, dos peones que les chupaban la salud y uno de la grúa (...) " '¿Quién va a ir al frente?', me dice una compañera. 'Yo me comprometo a ir al frente pero si me acompañan... quiero tres compañeros más para ir al frente... Fuimos allá, al sindicato... y nos afiliamos...había que cobrar los carnets. El carnet, creo, era un mango en esa época. Pero un mango era mucho. Cuatro cincuenta ganaban los peones y las peonas. Por ocho horas. Bueno... afiliamos a todo el personal. Los menos pagos... Las repasadoras, las que dan vuelta la bolsa, las aprendizas de costurera"

1° de marzo de 1985. Acto de inauguración del segundo congreso del Movimiento al Socialismo (MAS). Nahuel Moreno (izq.) y Elías Rodríguez
1° de marzo de 1985. Acto de inauguración del segundo congreso del Movimiento al Socialismo (MAS). Nahuel Moreno (izq.) y Elías Rodríguez

Elias Rodríguez conocería a los trotskistas a través de un compañero mecánico de la fábrica, en medio de la huelga de la carne por un militante que se llamaba Eliodo que venía del anarquismo y se hizo trotskista. Luego se encontró con Nahuel Moreno que le explicó todas las bases del Marxismo en forma sencilla, así lo explicó Elías Rodríguez: "Yo entré al partido por las posiciones que me explicó Nahuel Moreno, que era un grupo de gente que quería formar un partido obrero, para que lo dirigieran los obreros, y que los obreros hicieran su política, entonces eso me gustó más, y me metí. ... Yo empecé a militar firme en el partido en el '45, no sé la fecha justa pero fue después del 17 de Octubre que entré al partido"

Mientras millones de obreros se hacían peronistas, Elías entraba al trotskismo después del 17 de octubre del '45. Desde allí nunca más abandonó las filas del trotskismo. "Me plantearon si quería militar y dije que sí, que no tenía ningún inconveniente. Prácticamente ya militaba. Estuve en las reuniones cuando se discutieron las Tesis Sindicales y las Tesis Latinoamericanas. Las reuniones se hacían en Villa Crespo, en el Bar Gardel. Poco después el centro de la actividad pasó a Villa Pobladora y desde allí seguimos interviniendo en la lucha de clases", explicaba Elías.

Elías siempre defendió dos principios sindicales que aprendió del trotskismo: Que militamos en los sindicatos de masas, y que nuestro método es que la base decida. No estamos por los sindicatos pequeños, o "sellos", que podemos controlar, o sindicatos rojos solo para gente de izquierda, queremos organizaciones de masas, que represente a las franjas más humildes, explotadas y oprimidas de nuestra clase. Y estamos porque la base decida todo, no por la imposición burocrática de los burócratas sindicales, y sus "cuerpos orgánicos".

Así fue que en los 40's y 50's del siglo XX Elías se vio inmerso en una revolución en la reorganización del movimiento obrero que se generó con el peronismo, y participó en la fundación de algunos de los nuevos sindicatos. No apoyó junto a la corriente trotskista dirigida por Nahuel Moreno a los sindicatos controlados por los socialistas y comunistas, convertidos en cascaras vacías, sino que formó parte del nuevo proceso que se abrió en el país, pero sin cederle al peronismo ni a la burocracia.

Elías y los militantes trotskistas se fueron de la FOIC, la federación de la carne dirigida por los stalinistas, y se metieron en los sindicatos autónomos cuando se reorganizaba la Federación de la Carne, auspiciada por Cipriano Reyes, el líder del Partido Laborista. La vieja federación stalinista había sido disuelta formalmente en una asamblea el 12 de mayo de 1945, y la reorganización que se planteó en 1946 tuvo que ver con el proceso general del movimiento obrero, y también la política de Cipriano Reyes como respuesta a los ataques de Perón, que casi terminó asesinando a Cipriano Reyes mediante un atentado. Perón no quería sindicatos independientes, sino controlados por su movimiento burgués.

Elías Rodríguez, junto a un grupo de dirigentes del gremio textil, también se fueron de la UOT, que era el sindicato textil socialista, y participó en la fundación de la Asociación Obrera Textil (AOT). Marcelo Lavalle y Elias Rodríguez fueron pilares en la fundación de la AOT, pero como eran muy conocidos como militantes de izquierda fueron relegados por las camarillas burocráticas. Elias, pese a haber sido el principal organizador de la Rama Bolsa, no aceptó ser elegido a dedo y reclamó una asamblea para discutir el tipo de relación entre los delegados y el sindicato. Esto lo llevó a enfrentarse con la burocracia sindical peronista encabezada por Mariano Tedesco, el primer secretario general de la AOT.

Elías hizo pública sus posiciones en una "carta abierta" que se volanteó en las fábricas textiles, donde hizo público para miles de obreros que él no era peronista, sino trotskista. Tras el golpe de estado que derrocó a Perón, Elías junto a los trotskistas estuvimos en primera fila enfrentando al golpe y luego a la dictadura de Lonardi, que fusilaba activistas y dirigentes obreros. Fue parte de la extraordinaria experiencia de la táctica del entrismo en la corriente sindical de la resistencia, las "62 organizaciones" donde esta estaba todo el activismo que enfrentaba a la dictadura. Esa táctica permitió que valiosos dirigentes obreros se acercaran al trotskismo, aún en la mejor etapa del peronismo en la Argentina, cuando los obreros decían que daban "la vida por Perón".

Cuando lo echaron de Bunge y Born, Elías entró al frigorífico Wilson, donde peleó contra la patronal negrera y la burocracia peronista. En 1956 estalló una huelga metalúrgica que duró cerca de un mes, y Elías junto a un grupo de compañeros del partido cayó preso en actividades de solidaridad. Fue despedido del frigorífico, y entró en otro gremio, la molienda de minerales, donde contrajo un asma que le afectó desde entonces la salud. Antes de jubilarse trabajó en los corralones de Constitución de la municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, donde rápidamente, fue elegido delegado.

Elías integró durante muchos años la dirección del partido, y cuando se dio la crisis en los 60's cuando un sector de compañeros se fue a la guerrilla, batalló sin descanso para fortalecer a los jóvenes compañeros en las posiciones del trotskismo, explicando sin cansancio que no servían los atajos de los que abandonaban la confianza en la clase obrera.

El trotskismo, ya conformado como Partido Socialista de los Trabajadores (PST), tras el fin de la dictadura de Lanusse, en la convocatoria elecciones planteó una lista de candidatos obreros. En noviembre de 1972 Elías integró la presidencia de la reunión plenaria junto a Ernesto Guerrero de El Chocón, Mateo Fosa de la Mesa Nacional de Jubilados, Jorge Mera de la comisión interna del Banco Nación, Juan Rodríguez de AOMA- Mineros Mar del Plata, José Francisco Páez del Sitrac-Sitram y Leandro Fote de FOTIA, que hizo el lanzamiento de las listas.

Cuando se produjo el golpe de estado de 1976, Elías siguió militando en la clandestinidad cuando el PST era perseguido por la dictadura. En febrero de 1980 viajó a Bogotá para participar en el congreso nacional que realizó el PST en Colombia, y allí pudo exponer para las nuevas generaciones de delegados y militantes de Colombia y varios países toda su experiencia. Los camaradas que asistieron al Congreso pudieron escuchar las infinitas anécdotas de Elías.

Cuando cayó la dictadura en 1982 Elías se sumó entusiasta a la experiencia del MAS, uno de los partidos trotskistas más grandes de la historia mundial. En 1985 Moreno publicó un libro con entrevistas llamado "Conversaciones con Nahuel Moreno" y en el prólogo Moreno dedicó el libro a Elías, con pocas palabras: "Un ejemplo de vida al servicio de la clase obrera". Siguió militando hasta donde le dieron las fuerzas, siempre acompañando y educando a los más jóvenes con sus experiencias, dando charlas por todo el país. Falleció el 13 de julio de 1995 y el mejor modo de recordarlo es levantar una corriente sindical que lleva su nombre, y se postula para reafirmar su legado, tradición y trayectoria, siguiendo su ejemplo, y su método al que Elías dedicó toda su vida militante.


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