Un Gobierno en el aire
Por el Nvo.Partido Socialista de Los Trabajadores
El fracaso de Massa –el hombre al que
Cristina y Alberto le encomendaron postergar la debacle económica lo más que
pudiera- pone en juego la continuidad de la pareja gobernante. Diciembre está
lejos y tienen miedo de caer antes.
La primera derrota fueron las elecciones del 2021, cuando fue evidente que millones de trabajadores quitaron su apoyo al mismo elenco presidencial que habían votado en 2019. Asumió Manzur como el nuevo hombre fuerte y también fracasó. Desde entonces, con Massa, se trata de estirar la agonía, pero mientras tanto, sí que cumplen con los grandes capitalistas que dominan el país, mientras la clase obrera sufre la miseria, la desocupación, la inflación y la inseguridad.
Asisten con millonarios subsidios a los grandes empresarios dueños de la energía, el agua, los transportes; permiten que las compañías telefónicas, de cable y de internet aumenten cuando quieran; hacen la vista gorda con las ganancias millonarias de las compañías de alimentos; inventan un dólar a medida para los grandes exportadores. Y no dan un paso sin la anuencia del FMI y Biden.
¿Y todo eso para qué? Todo está mal! Hubo numerosos cortes de luz y de agua en muchos barrios y ciudades el país; ya es imposible seguir pagando las tarifas de internet y teléfonos; ir al super o a la despensa es un calvario: cualquier comprita no baja de $1.000; la carne –hasta la de cerdo o pollo- está en los $2000 o más el kilogramo. Se profundiza la pobreza, ver gente durmiendo en las plazas y en las calles es parte del paisaje.
La inseguridad crece, incluso en los sectores céntricos de las ciudades, ni hablemos en los barrios. Apurada por una consulta periodística que reprochaba la falta de seguridad en la ciudad de Córdoba, la jefa de Policía de esa provincia tuvo un brutal sincericidio: por más prevención que haya, no se puede –dijo- evitar los robos por la degradación social que vive el país. Habría que agregar a eso la connivencia de altos mandos policiales con el narcotráfico, la trata y las zonas liberadas.
Los trabajadores, sin embargo, hacen lo posible y lo imposible por enfrentar esta calamidad.
La trompada a Berni es todo un símbolo del dolor y la bronca de millones contra esta situación inaguantable. Pero los choferes no sólo hicieron eso: pararon todas las líneas que pudieron, pese a la traición de la conducción de la UTA, que debió haber llamado no solo a un paro en Buenos Aires, sino en todo el país.
Y ese justamente es el principal problema que tenemos: los dirigentes oficiales no están a la altura de las luchas que la clase obrera quiere dar.
Pasa en este momento con los docentes y personal de salud de Córdoba: los dirigentes hacen lo imposible por firmar las ofertas miserables que hace el gobierno. En ese sentido, hay una extraordinaria movilización de los trabajadores que lo impiden, con un repudio creciente a los burócratas traidores. Pasa con el personal de Aguas Gaseosas, movilizados en varios puntos del país contra la política pasiva del sindicato.
Y este enfrentamiento al gobierno y a los empresarios, se va a expresar también en las próximas elecciones. Principalmente contra el peronismo, que se va deshilachando ante el creciente repudio a su política de hambre, mentiras, miseria y corrupción. Pero también hay rechazo a la oposición patronal, que ve también cuestionada su posición. De los candidatos en danza, el único que crece es Milei, por una sencilla razón: denuncia al sistema y a la casta política. Es un hipócrita, sí, porque él no dudará en gobernar con esa misma casta que denuncia, pero por lo menos de la boca para afuera la denuncia.
En cambio la izquierda oficial, el FITU…una vergüenza: no dicen que el responsable máximo de la miseria que vivimos es el gobierno peronista de Cristina y Alberto y no llaman a movilizarse para derrotarlos, a ellos y a todos los políticos que gobiernan el país!
Prefieren hablar del FMI y de Milei.
Pero acá no gobierna el FMI: son Cristina y Alberto los que van a rogarle ayuda, pero es el peronismo el gobierno. ¡Cómo será de oportunista y estéril esa posición que hasta el mismo gobierno critica al FMI!
Y por ahora tampoco gobierna Milei, es más, ese payaso no duraría un mes como presidente, los mismos que lo votarían lo enfrentarían dos minutos después.
Desdel el NuevoPST y La Marx, en cambio, tenemos una posición clara: señalamos al gobierno peronista de Cristina y Alberto como el principal enemigo a enfrentar y llamamos a las más amplia movilizaciòn de masas para derrotarlo, ahora, durante las elecciones y después de las elecciones. Así lo haremos también contra cualquier otro gobierno capitalista que surja. Repudiamos el circo de las elecciones, donde en este momento no hay absolutamente ninguna opción a favor de la clase trabajadora.
Cristina, Alberto, Massa, Rodríguez Larreta, Bullrrich, Milei, son todas opciones claramente capitalistas.
Y la izquierda no es ninguna opción: es un kirchnerismo rosado, le capitula al gobierno de los Fernández, solo les importa lograr cargos para seguir lucrando con la plata del estado para diputados, consejales y asesores. Las pocas luchas que encabezan las llevan a las derrotas. Votan junto con los partidos patronales "leyes buenas" que no cambian nada importante pero con las que el gobierno se lava la cara.
Ahora mismo los vemos gastando plata a mansalva en sus carteles electorales, peleándose por los candidatos mientras se llenan la boca con la unidad.
Pero además no les sirve de nada: siempre los votan los mismos y a juzgar por las elecciones de Río Negro y Neuquén, están perdiendo cada vez más votos.
Nuestra campaña es que los trabajadores profundicen el rechazo a esta falsa democracia de ricos: votemos en blanco, no vayamos a votar o votemos nulo.
Ni un voto para los capitalistas y farsantes!
Apoyo a todas las luchas en curso!
Movilicemos contra el gobierno capitalista de Alberto y Cristina!
Y en ese camino vayamos autorganizándonos para un nuevo Argentinazo que eche a toda esta mugre y que gobierne la clase obrera con sus organismos de lucha, por un programa socialista para organizar la sociedad en provecho de la mayoria del pueblo.