En Argentina desde que asumió el gobierno capitalista de Javier Milei, autodenominado "anarcocapitalista", se ha tomado la decisión política de reducir el Estado a su mínima expresión.
Una feroz pelea por las cajas de la asistencia social
Por Nuevo PST y La Marx Argentina
Los escándalos que han estallado a partir de las denuncias sobre el mal reparto de los alimentos y malversación fondos del Ministerio de Capital Humano, que trajo aparejado el despido del funcionario Pablo de la Torre, sumado a las irregularidades en el manejo de los fondos de los movimientos piqueteros que salieron a la luz pública a raíz de la denuncia del fiscal Gerardo Pollicita en el mes de mayo del 2024, han provocado el estallido de una crisis abierta en el movimiento piquetero
Detrás de estos acontecimiento se esconde una feroz batalla por el control de las cajas millonarias de la asistencia social. La importancia de estos acontecimientos requiere de una elaboración Marxista seria que ofrecemos en una serie de artículos en forma de dossier donde abordamos la crisis del peronismo, la crisis de la izquierda, la crisis de los movimientos sociales, la metodología de los movimientos piqueteros, etc. para los activistas, dirigentes obreros y populares para quienes este material resulte de especial interés.
Una feroz pelea por el control de la multimillonarias cajas de la asistencia social se esconde detrás de los escándalos que surgen a partir de las denuncias sobre las irregularidades en el manejo de los fondos, y la falta de reparto de los alimentos almacenados por parte de los funcionarios de Capital Humano del gobierno de Milei, que llevó al despido del funcionario Pablo de la Torre. Mientras el gobierno de Milei anuncia el reparto de los alimentos con el ejército, por otro lado arrecian las denuncias acerca de los movimientos piqueteros por la existencia de "comedores fantasmas", facturas "truchas", extorsión a beneficiarios de planes sociales, intercambio de beneficios a cambio de favores, métodos punteriles abominables sobre sectores vulnerables de la población, etc. Detrás de toda esta serie de escándalos que salieron a la luz pública se oculta una batalla entre dos sectores de dirigentes burgueses y defensores del capitalismo por el control de las multimillonarias cajas de la asistencia social del estado.
La batalla se ha abierto entre el peronismo y el kichnerismo por un lado que ostentaron el control de las multimillonarias cajas de la asistencia social en los últimos 20 años, y por otro lado el acuerdo del gobierno de Milei- PRO que pretende quitarle al peronismo el control de esas millonarias cajas. Las denuncias en la justicia burguesa se concentran en causas en manos del fiscal Gerardo Pollicita con más de 900 denuncias contra Barrios de Pie, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), y el Polo Obrero, mientras que otra megacausa en Comodoro Py a cargo del juez Ariel Lijo tiene más de 1000 denuncias sobre otras organizaciones piqueteras como la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) de Grabois, el FENAT de CTA Autónoma, la organización Libres del Sur, y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), entre otras. Por otro lado se está abriendo otra megacausa en manos del Luis Armella Juez Federal en Quilmes con 44 causas que incluyen al Movimiento Evita, entre otros movimientos.
Los grupos k, y de izquierda plantean que las causas judiciales abiertas constituyen un ataque a las organizaciones sociales y los derechos democráticos. La realidad es que no son causas judiciales abiertas por movilizarse, hacer piquetes, o luchar, sino por malversación de fondos, facturas "truchas", o desfalco a fondos públicos como había ocurrido ya en los casos de Milagro Sala en Jujuy o Hebe de Bonafini. El origen de esas maniobras fraudulentas en que se ven envueltas las organizaciones sociales se encuentran en el carácter mismo de la estructura asistencial del capitalismo argentino, cuestión que analizamos a continuación.
Un entramado corrupto de punteros y clientelismo
Toda la inmensa estructura asistencial del capitalismo argentino, constituye un inmenso entramado corrupto de punteros y clientelismo en manos de funcionarios, dirigentes, diputados, o intendentes del peronismo, y partidos patronales. Los dirigentes de éstas organizaciones sociales no tienen como objetivo luchar por los derechos del pueblo, sino contener la pobreza para evitar los estallidos sociales, y las revoluciones, en defensa del capitalismo. Los partidos políticos capitalistas ya sea el peronismo, PRO, UCR o Milei saben que en la Argentina capitalista la desigualdad va a crecer, y como defienden el capitalismo, no buscan terminar con la pobreza, sino contenerla para evitar los levantamientos populares.
El peronismo y el kichnerismo montaron esta gigantesca estructura con el objetivo de conformar en base a ella su movimiento político. Los punteros peronistas sostuvieron su actividad en base a esta estructura clientelar lo que permitió a corrientes como La Cámpora organizar a miles de jóvenes desarrollándose en base a la inmensa estructura millonaria del estado, es decir, sin ésta enorme estructura hubiera sido imposible sobrevivir al peronismo y el kichnerismo en los últimos 20 años.
Sin embargo, la situación del movimiento piquetero no siempre fue así: El movimiento piquetero nació como un movimiento independiente de los partidos capitalistas en la década de los 90's con las movilizaciones de desocupados en Neuquén que hacían piquetes y cortaban rutas reclamando por trabajo, un proceso que desembocó en la revolución del 2001 con la gran movilización nacional llamada "Argentinazo" que tiró abajo 6 gobiernos capitalistas.
La irrupción del movimiento de masas en el Argentinazo obligó a la Iglesia Católica y al peronismo, en manos en ese momento del dirigente bonaerense Eduardo Duhalde, a lanzar masivamente medidas de contención social para paliar el hambre y la pobreza que se había extendido por todos los rincones del país. Duhalde y su esposa "Chiche" habían construido una organización de contención social en los barrios carenciados denominados las "manzaneras". Pero la organización de las "manzaneras" del peronismo no contaba con una estructura capaz de contener y absorber a los millones que en todos los barrios de los centros urbanos mas grandes, y del interior del país se movilizaban cotidianamente azuzados por el hambre y la desocupación. Para poder construir rápidamente una red de contención masiva, el gobierno de Duhalde, lanzó ampliamente una estructura de subsidios, los denominados "planes sociales" y una política de creación masiva de cooperativas financiadas por el estado burgués para contener los cierres de fábricas, la desocupación, y poder organizar comedores populares donde millones pudieran comer.
La estructura asistencial de los comedores, los planes sociales, o las fábricas recuperadas, fue absorbida por el estado capitalista bajo control del peronismo. En la medida que el viejo partido burgués peronista salió profundamente en crisis del Argentinazo, un objetivo estratégico del kirchnerismo con los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, fue salvar y recuperar al peronismo simulando tomar consignas históricas "de izquierda". El otro objetivo estratégico de los K fue impedir que surgiera una dirección del movimiento de masas con independencia de clase, y con ese norte fue que "estatizaron" todos los movimientos sociales más progresivos del país como los organismos de derechos humanos cooptando a Madres, Abuelas e Hijos de Plaza de Mayo, así como los movimientos de fábricas recuperadas, o el movimiento piquetero.
De ese modo, el movimiento piquetero, que había nacido en forma genuina de la lucha obrera y popular, terminó siendo parte del inmenso entramado corrupto del peronismo, y se sumó a la estructura de punteros y clientelismo en manos de funcionarios, dirigentes, diputados, e intendentes del peronismo. En esta "primera etapa" del movimiento piquetero, comenzó a ser absorbido por la estructura del estado capitalista, lo que daría lugar a una "segunda etapa" durante la "década ganada K" que dió comienzo al desarrollo de la burocracia piquetera.
El surgimiento de la burocracia piquetera
El peronismo impulsó masivamente la creación de cooperativas financiadas por el estado, ya sea para fábricas recuperadas, comedores populares, o para el sostenimiento de millones de pobres desocupados. Florecieron así las cooperativas de fábricas recuperadas, cooperativas de movimientos sociales, cooperativas de todo tipo de organizaciones que con un simple expediente, el de constituir una ONG o asociación civil, se presentaban al Ministerio de Desarrollo Social, y allí obtenían cuantiosos fondos para el manejo de estas cooperativas. En las próximas entregas de artículos vamos a analizar desde el punto de vista Marxista qué son estas cooperativas financiadas por el estado burgués. Aquí vamos a limitarnos a consignar que la constitución de estas cooperativas comenzó a implicar el manejo de cientos o miles de personas, familias, barrios enteros, localidades, además de cuantiosos fondos a los que éstas organizaciones accedieron en forma relativamente sencilla producto de que los gobiernos de Duhalde, y luego Néstor Kirchner alentaron el desarrollo de las organizaciones sociales en la premura por extender una vasta red asistencial, intentando evitar que volviera a producirse un nuevo "Argentinazo".
Por esta razón todas las organizaciones que se presentaban lograban en forma relativamente sencilla la obtención de planes sociales, subsidios, comedores, etc. Así fue como el peronismo desarrolló poderosas organizaciones como La Cámpora, o Kolina mientras que la Iglesia Católica se apoderó de una parte importante de la estructura asistencial con corrientes como el Movimiento Evita, la Federación de Tierra y Vivienda de D'Elía, el MTE de Grabois, o Garganta Poderosa, etc, entre otras. Muchas organizaciones stalinistas como la Corriente Clasista y Combativa (CCC) del maoísta PCR, o el Partido Comunista que conformó el MTL, así como muchos cuadros del ex ERP o Montoneros conformaron otras organizaciones piqueteras.
También viejos militantes como Raúl Castells formaron el MIJD, y entre los grupos provenientes del trotskismo que se orientaron a la creación de cooperativas estuvieron el PTS- Izquierda Diario que se orientó a las cooperativas de fábricas recuperadas, mientras el Partido Obrero (PO) y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) se orientaron a las cooperativas de desocupados. La política asistencial que en el pasado fue llevada adelante por organizaciones de "caridad" como Caritas, el Rotary Club o el Club de Leones, en la medida en que la pobreza y la desocupación alcanzó proporciones monumentales, fue transformada e institucionalizada con millones de dólares que se entregaron a todo tipo de agrupaciones que se dedicaban a administrar las organizaciones sociales.
En el año 2021 esta caja destinó miles de millones de pesos, y dólares, toda una masa multimillonaria que pasó de representar 0,1% del producto bruto interno (PBI) en 2002, al 4,5% en diciembre en el 2023. En estos 20 años, la cantidad de beneficiarios saltó de 1,6 millones a 12,12 millones, con un aumento del 657,5%. Pero la realidad es que en la medida en que fueron pasando los años, el control de esas cooperativas y sus cuantiosos fondos se transformó en un negocio millonario. Como lo explicamos en el artículo "El drama de los desocupados y la burocracia piquetera" en la medida que la estructura asistencial se fue consolidando, emergió como parte de ella toda una capa social de burócratas, funcionarios y administradores de esa red que se hicieron cargo del control de todos los mecanismos de desarrollo de comedores, cooperativas, insumos, asistencia, etc.
Estos funcionarios comenzaron a establecerse como una burocracia cooperativista, asistencial, piquetera con dirigentes de las diversas proveniencias que administraban esas enormes sumas de dinero. A su vez el surgimiento de la enorme estructura asistencial fue el producto del régimen de acumulación capitalista impuesto por los gobiernos K en base al "boom" de entrada de dólares al estado provocado fundamentalmente por la venta de soja a China, una caja gigante que permitió crear una montaña de subsidios, como lo explicamos en el documento "El PST frente al gobierno de Milei". El kirchnerismo denominó a su régimen de acumulación "la década ganada".
Todo este período significó una "segunda etapa" del movimiento piquetero, donde lentamente se consolidó la "burocracia piquetera", con una capa de funcionarios que actúan como la burocracia sindical en los sindicatos. La diferencia de la burocracia piquetera con la burocracia sindical, es que mientras los burócratas sindicales se hacen millonarios traicionando a la clase obrera mediante el manejo de las organizaciones obreras como son los sindicatos, los burócratas piqueteros se hacen millonarios manejando inmensas estructuras capitalistas, como son las cooperativas, o microempresas.
La crisis del modelo K asistencial y de las organizaciones sociales
La emergencia de esta burocracia piquetera provocó un nuevo fenómeno: El surgimiento de enormes organizaciones político- sociales a cargo de miles de personas, con enorme capacidad de movilización que comenzaron a construir fuertes aparatos políticos con muchos funcionarios rentados, sedes, locales, y establecidos nacionalmente. Organizaciones pequeñas o marginales pegaron el salto a organizaciones ricas, que compran sedes, casonas antiguas, impulsan emprendimientos cooperativos, organizan a cientos o miles de personas. Muchas de éstas organizaciones fueron beneficiadas por el acceso a abultados presupuestos de la obra pública, y construcción de viviendas. De este modo las agrupaciones se fueron transformando en organizaciones con el rango de Pymes o empresas que afrontan grandes presupuestos y nóminas salariales.
Pero el surgimiento de estas grandes organizaciones ricas estableció una gran paradoja: Mientras estas organizaciones se hacían cada vez más ricas, y construían aparatos mas fuertes, el 99% de la población se hundía en la pobreza. Y esta cruel paradoja dejaba claro que el desarrollo del espectacular aparato asistencial basado en cooperativas nunca tuvo como objetivo cambiar la situación de grave desigualdad social que sufren millones de personas sino lo contrario, está al servicio de consolidar la desigualdad propia del capitalismo. Esto abrió una "Tercera etapa" del movimiento piquetero, de decadencia donde el rol reaccionario de los dirigentes y la estructura clientelar comenzó a ser cuestionada y rechazada por los propios desocupados, y millones de personas entre los trabajadores y el pueblo. La existencia de la burocracia piquetera comenzó a provocar rechazo y repudio entre vastos sectores de la población.
Esta "Tercera etapa" del movimiento piquetero es expresión también de la profunda crisis que comenzó a vivir el "modelo K" o régimen de acumulación capitalista basado en la venta de soja a China. El derrumbe de China produjo que la monumental caja asistencial comenzara a achicarse, y ser cada vez mas insostenible, lo que en definitiva llevó a la crisis del modelo K, y el kirchnerismo así como puso fin a la recuperación del peronismo. Con el hundimiento del peronismo y el kirchnerismo que se desarrolló con los gobiernos de Alberto y Cristina, todo el aparato asistencial comenzó a hundirse cada vez más cuestionado por la población. Como lo expresamos en el documento "La Situación Mundial" el fenómeno del hundimiento del peronismo es parte del proceso mundial que denominamos "Revolución Política" en el cual caen todas las organizaciones que durante décadas dirigieron y controlaron a los pueblos del mundo.
El derrumbe del kirchnerismo y el peronismo, junto con el derrumbe de los demás partidos políticos del régimen democrático burgués de Argentina como las UCR o el PRO, hicieron posible el triunfo de un desconocido Javier Milei, que con una coalición de grupos defensores del capitalismo, las grandes empresas y las Corporaciones Globales le bastó obtener un poco mas del 22% de los votos para ganar la elección. Como lo explicamos, el objetivo de Milei es desmontar el régimen de acumulación de la "década ganada", y junto con ello busca desmantelar toda la estructura de subsidios del estado capitalista. Inevitablemente el gobierno Milei- PRO va a un enfrentamiento con otros sectores burgueses como el peronismo, sectores de la Iglesia, o el kirchnerismo.
Los sectores políticos como los stalinistas, ex guerrilleros, o grupos ex trotskistas que se han financiado todos estos años con esa enorme caja clientelar en acuerdo con el kichnerismo caen en la volteada producto de haberse unido a este estructura clientelar corrupta de caudillos y punteros, que los ha llevado a reproducir los repudiables métodos patronales de opresión y explotación al interior de las cooperativas que ellos controlaban. En los próximos trabajos que desarrollaremos en este dossier vamos a explicar la grave crisis que abrió en la izquierda todo este proceso, y qué consecuencias trae o lo que denominamos el "fin de un ciclo" para la izquierda que adoptó el reformismo, y hacia donde van las perspectivas del mismo.
Repudiamos este enfrentamiento entre sectores burgueses que se disputan las cajas millonarias de la asistencia social, no hay ningún bando progresivo en esta peleas de proyectos patronales. Es un espectáculo repudiable porque se desarrolla frente a los ojos de millones que sufren pobreza y miseria. Ningún partido burgués o patronal quiere terminar con la desocupación porque como Marx explicó siempre, la masas de desocupados son necesarias para las clases dominantes para bajar los salarios y aumentar la superexplotación de la clase trabajadora. Por eso lejos de terminar con la desocupación las cooperativas de fábricas recuperadas, comedores, o asistenciales de todo tipo, lo único que han hecho en más de 20 años es consolidar la desigualdad y la pobreza del 99%.
Cerramos de este modo este primer análisis de la crisis del movimiento piquetero. En próximos trabajos vamos a profundizar sobre otros aspectos de interés para el activismo obrero y popular. Queremos dejar clara nuestra postura: Los Marxistas estamos por la abolición de todo el aparato asistencial corrupto del estado capitalista, por el fin de los planes sociales y pleno empleo. Sabemos que el fin de la pobreza y la desocupación es posible con una condición: Declararle la guerra al capitalismo, lejos del corrupto entramado asistencial del peronismo. Necesitamos una nueva dirección del movimiento obrero y popular vinculada al Marxismo, dispuesta a luchar por este proyecto, el único serio para terminar con la Argentina Capitalista, e imponer el socialismo.
Cuatro Medidas para terminar con la desocupación
Se puede terminar con la desocupación enfrentando al capitalismo mediante un gobierno obrero y popular que instaure las siguientes medidas:
1) Fin de los planes sociales, subsidios y cooperativas financiadas por el estado. Incorporación de millones de desocupados a las plantas funcionales de las municipios, provincias, estados provinciales y nacional para llevar a cabo trabajos fundamentales de infraestructura, obras públicas y servicios. Pleno empleo en blanco y cargas sociales, fin de los subsidios, trabajo precario y en negro.
2) Creación de una empresa estatal de alimentos para responder al problema central de Argentina: El hambre. Esta industria tiene la capacidad de proveer de alimentación a millones en nuestro país y la región.
3) Control estatal de la banca y comercio exterior para garantizar la venta de alimentos y el ingresos para inversión en obra pública, garantizar el crédito y préstamos a las familias obreras y populares.
4) Fuerte impuestos a las corporaciones extranjeras, expropiación de las empresas que quiebran, y desconocimiento a todos los pactos y acuerdos que nos atan al imperialismo (FMI, TIAR, Banco Mundial), etc., en la medida en que la economía deja de girar en torno a las ganancias de los capitalistas, y en función de los intereses de los trabajadores y el pueblo.